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2 de diciembre de 2007
Mario Kaplún habla sobre Nuevas Tecnologías...
- ¿¡ Y el espíritu crítico?!¿¡ dónde está?!
Agentes de la Educación
Esbozos para la comprensión de los agentes de educación sobre el Texto: Agentes de la Educación, de Rafael Gil Colomer, en “Filosofía de la Educación Hoy” (1991). Dykinson. Madrid.
De Ángeles Cornejo Leoni para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIONEDUCATIVA.
Comunicación... Educación... Cambios. "- Sabía Ud. ?" . Versión en español.
-¿¡ Y el espíritu crítico?¡¿ dónde está?!...
Actitudes en Educación
Actitud es una acción razonada, es la evaluación favorable o desfavorable de los resultados de la conducta en cuanto afectan al propio sujeto. Estaría originada en la creencia conductual, es decir, en la evaluación afectiva. Las actitudes se evalúan o diagnostican mediante autoinformes, observaciones, reacciones del individuo, el rendimiento en tareas objetivas, etc. Las actitudes se forman a partir de la interacción del sujeto con su ambiente, el socio-cultural, el familiar y el escolar. Luego de haber conocido el concepto de actitud, se puede decir que las actitudes cumplen también una función cognitiva, ya que sirven como instrumento para comprender nuestro entorno, para hacernos una imagen del mundo que nos rodea categorizando la realidad. En la medida que conocemos las actitudes de los demás, podemos en cierto modo, conocer sus conductas. También cumplen una función adaptativa y de ajuste social, ya que tendemos a desarrollar actitudes positivas hacia determinadas conductas si éstas se encuentran en aprobación social. Otra función que cumplen, es la expresivo-defensiva protegiendo a la persona contra el reconocimiento de las verdades no deseables para el propio individuo, y expresión de un valor que el sujeto aprecia de gran manera y en relación al cual siente la necesidad de exhibir claramente su posición. En educación, hay ciertas actitudes básicas que es necesario formar en el proceso educativo como núcleos centrales de tal proceso: espíritu crítico, tolerancia, compañerismo, conservación de la naturaleza, innovación, integración de minorías, Etc. Estas son algunas de las actitudes que preocupan más a los organismos internacionales que tratan de la educación. Se habla de que sería preciso que el equipo de educadores seleccione ciertas actitudes que convendría atender en el proceso educativo. Es momento de prestar mayor atención a las conductas y a las actitudes cotidianas, ya que éstas influyen de gran forma en los educandos, alumnos, hijos, etc. En este caso, se debe tomar conciencia de la influencia de la manera de actuar, de interactuar, de vestir, de mirar, de hablar, de moverse, de gesticular, y demás, y saber qué es lo que se quiere para nuestros niños, alumnos, hijos. La propuesta es realizar un programa de formación o cambio actitudinal, para alcanzar actitudes deseables o para cambiar una situación actitudinal que se considera insatisfactoria. Para eso sería necesario primero, realizar un análisis de la situación inicial, determinar los objetivos, programar / ejecutar acciones y por último hacer una evaluación para apreciar los resultados. Este proceso, bien planificado / implementado / evaluado, produciría un cambio actitudinal favorable en la conducta de las personas enfocadas. Hasta tanto, urge que los agentes educativos presten atención a todas las conductas que realizan porque influyen favorable o desfavorablemente en los educandos y que tengan siempre presente que el ejemplo sigue siendo la primera arma de influencia para educar.
Esbozos para la comprensión de las Actitudes en educación, sobre un texto de Juan Escames Sánchez en “Filosofía de la Educación Hoy” (1991). Dykinson. Madrid.
17 de noviembre de 2007
La Sociedad de la Información puede ser la Sociedad del Conocimiento. Depende de vós...
- ¿¡Y el espíritu crítico!?¡¿dónde está?!...
15 de noviembre de 2007
LA REVOLUCIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN. Parte 1 // UNAM. FCPyS.
- ¿¡ Y el espíritu crítico?¡¿dónde está?!...
12 de noviembre de 2007
LA COMPLEJIDAD DE LA COMUNICACIÓN EN LA EDUCACIÓN...
La palabra comunicación en la actualidad se ha vuelto muy popular. Ha tomado tal importancia, que hasta con “poder” se la involucra. Aquél que tiene la información, la palabra precisa o el medio a su disposición posee la facultad del poder. Hoy este mundo globalizado ha revelado el papel de las comunicaciones, ha terminado con las distancias y hasta con las diferencias.
A la vez, la comunicación es objeto de estudio de diversas disciplinas científicas, basta recordar las perspectivas filosófica y antropológica, biológica y etológica, sociológica e histórica, cibernética e informacional, lingüística y semiológica, la psicológica (social, clínica y psicolinguística), y su abordaje desde la teoría general de sistemas.
La comunicación como problema pedagógico
El autor relaciona los conceptos de comunicación con educación. Afirmando que ambos son procesos de interacción personal, es decir de comunicación. Pues, la comunicación posibilita la educación misma. Es muy acertado su pensamiento, porque la comunicación es el principio fundamental del hombre, es lo que lo identifica como ser social. Pero centrándonos en el contexto educativo, la comunicación tiene dos ámbitos de estudios, uno relacionado con la investigación de las vías más eficaces para transmitir la información, el conocimiento. Y el ámbito que se preocupa de la relación de persona a persona en el proceso educativo. En tal proceso, el éxito del aprendizaje estará sujeto tanto a los conocimientos del los responsables, como al modo de interacción entre los actores. Será una relación autoritaria, propia de la vieja escuela donde el educador tenía la verdad irrefutable y los alumnos no tenían espacio para la creación o la interpretación; o será una relación más horizontal, donde el profesor deje espacio para la creación de la personalidad indagadora del alumno. Esto también marcaría la formación de la personalidad social que el joven mostrará.
El aspecto antropológico de la comunicación
Una larga tradición filosófica señala la dimensión social o relacional como una de las más esenciales del hombre. Es decir, que naturalmente está inclinado a convivir y a relacionarse con los demás. Es un ser dialógico, afirmando su apertura a la comunicación y la capacidad de transmitir sus pensamientos e ideas. Es importante la comunicación interpersonal como vía para el descubrimiento y la autorrealización.
La Comunicación Educativa para Karl Jaspers
Karl Jaspers pertenece al movimiento filosófico existencialista. El ha analizado las relaciones humanas en el marco de la Comunicación Educativa. Para él, el hombre es considerado un ser aventurero que se va formando a base de la propia y personales decisiones. El tema básico del pensamiento de Jaspers es, la existencia humana, en cuanto humana. Le agregó la dimensión de la comunicación, que es absolutamente imprescindible para conquistar la propia esencia, para llegar a ser auténticamente hombre. El ser sí-mismo únicamente puede realizarse en comunicación con otro ser sí-mismo. Jaspers entiende la comunicación como la vía única, absolutamente necesaria para la construcción del hombre. En todas las formas de su ser está el hombre referido a otra cosa, como existencia empírica; referido a su mundo, como conciencia, referido a otros objetos. El filósofo admite que existen, en principio dos vías o formas de comunicación. A las que denomina Objetiva y Existencial. La comunicación objetiva es descripta como aquella en la que un sujeto establece una relación con otro sujeto desde los diversos planos o aspectos del yo, que pueden ser conceptualizados en forma de una saber objetivo. Esto se lo puede entender, como que la comunicación en tanto a un aspecto mecanizado, capaz de proporcionar un rendimiento. Dada por la relación de dos o mas objetos, en su nivel mas básico. Pero despertando en el individuo la necesidad de la comunicación entre “sujetos” o existencias. La necesidad de comunicación existencial suele estar motivada por la conciencia de la frustración que genera la situación de soledad. Soledad a la que el hombre quizás vuelva una y otra vez para encontrar a su ser auténtico. Pero la comunicación existencial, consiste, en la relación de persona a persona, esto es, intimidad a intimidad. Esta comunicación se realiza en un clima de total franqueza, respeto y libertad. No hay intencionalidad alguna de dominio, subyugación, ni siquiera se pretende influir o modificar al otro, para hacerle como soy yo. En suma, de exponerle al otro lo que yo soy, para el otro, viendo como yo soy yo, se anime él a ser él, a realizar su propio y personal proyecto de vida. La comunicación objetiva y la comunicación existencial serían las dos formas que caracterizan el desigual y dinámico proceso de relacionarse con los individuos. Pero para Jaspers, las dos vías de comunicación descriptas no agotan las posibilidades de la comunicación humana. Considera que la comunicación Educativa es realmente una nueva, peculiar y específica manera de relacionarse. La distinción de esta forma de comunicación, radica en que el sujeto en el mismo acto comunicativo es tratado como objeto y como sujeto. Aunque la Comunicación Educativa no es una forma simple o pura de comunicación. No es una relación con una pura cosa, ni una relación mecánica ni automatizada. Ni la respetuosa situación de contemplación de una existencia hacia otra, con el ánimo de incidir o modificar la propia forma de ser, de hacer o de pensar. La Comunicación Educativa es una expresión que mezcla y fusiona en el proceso ingredientes de otras formas de comunicación. Por ejemplo, un profesor no puede tratar a un alumno con un animalito o una piedra. Ni tratarlo como si este fuera un esclavo o un empleado. El alumno pronto abandonará por la falta de calor en la relación personal. Pero tampoco está llamado a establecer con los alumnos una relación de propia amistad o en el amor más puro. En este aspecto es que la Comunicación Educativa se alimenta de las otras formas, siempre delimitando las fronteras para que la comunicación persiga formas educativas, sin mal interpretar los objetivos. Sobre el tema Sacristán observa que hay en todo ello una clara intencionalidad de influir, de ayudar para que se produzca un crecimiento..., primero en lo biológico y posteriormente en las dimensiones más personales de libertad y autodeterminación. En conclusión, el educador busca establecer una forma de comunicación basado en el respeto en cuanto a que es una autoridad y sin abusar de esta. Además de crear ambientes confortables para el desarrollo de las personas. Ante todo son seres sociales con necesidades de estimación y en proceso de formación de la personalidad.
Esbozos para la comprensión de la Comunicación en la Educación sobre el Texto: Comunicación. De David Sacristán Gómez (1991) en Filosofía de la educación Hoy. Dykinson. Madrid.
De MARIA FLORENCIA LOBO (florencialobo_85@hotmail.com) para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIONEDUCATIVA.
1 de noviembre de 2007
Esbozos para entender el concepto de cultura en “EL MEDIO CULTURAL Y TECNOLÓGICO COMO CONDICIONANTE DE LA EDUCACIÓN”
Muchos son los condicionantes del proceso educativo, aunque pueden reducirse a la herencia o al medio ambiente o en forma más general a la cultura. Es arriesgado y aventurado pronunciarse por un solo concepto de cultura, cuando está comprobada la polisemia de esta palabra, cuando decimos polisemia hablamos de los distintos significados que tuvo y tiene a lo largo de los años esta palabra, vamos a citar algunos de los conceptos mas relevantes de cultura.
Eduard B. Taylor (1832-1917), definió la cultura como todo conocimiento, creencia, arte, moral, derecho, costumbres, hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad.
F. Boas (1858-1942), la definió como todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida que se ven afectadas por las costumbres del grupo en que vive.
K. Kroeber (1876-1960), la identifica como las formas de comportamiento, explícitas o implícitas, adquiridas y transmitidas mediante símbolos que constituyen el patrimonio singularizador de los grupos humanos.
B. Malinowski (1884-1942), la entiende como una unidad bien organizada que se divide en dos aspectos fundamentales: una masa de artefactos y un sistema de costumbres.
C. Klucholn (1949), uno de los representantes del universalismo cultural opuesto al relativismo, la concibe como una descripción abstracta de las tendencias hacia la uniformidad en las palabras, las acciones y los artefactos de un grupo humano.
Para continuar ampliando el concepto de cultura podemos identificar los Elementos Culturales. R. Linton distingue tres clases de elementos:
Los Universales: comunes a los miembros adultos normales de una sociedad (ideas, hábitos, pautas, motivaciones, condicionantes).
Los Elementos Especiales: privativos de algunos miembros del grupo (aptitudes y habilidades singulares).
Y los Elementos Alternativos: exclusivos de algunos miembros del grupo (afición musical, predilección por la cultura).
En tanto para Taylor los elementos culturales son:
Pautas de conducta, creencias, mitos, religión, símbolos de expresión, valores, costumbres, tradición, sistemas sociales.
También, considerar la dimensión cultural del hombre nos lleva a ver a el hombre:
Como un artefacto cultural, en cuanto recibe cultura, recibe seguridad, se instala firmemente en el mundo heredado de sus antepasados técnica, psicológica y axiológicamente y en cuanto su misma categoría evolutiva le permite caminar al unísono de los cambios culturales y del progreso.
Y como creador de cultura, dada su capacidad de inventiva/ creatividad en todos los campos.
Además podemos referirnos a las capacidades culturales del hombre:
La capacidad de aprendizaje, sólo ella permite asimilar, responder y proponer.
La capacidad de comunicación mediante símbolos, es otra posibilidad humana de crear, transmitir y recibir cultura.
La capacidad de transmitir sistemas conductuales, los sistemas conductuales no se heredan, el hombre repite pautas y las costumbres de sus antepasados o reacciona agresivamente, se adapta y sobrevive o no se adapta y asume las consecuencias. El medio principal de transmisión de sistemas conductuales es el proceso de socialización y de endoculturación.
Luego de revisar en profundidad aspectos relevantes al concepto de cultura, podemos empezar a hablar de Cultura y Educación, entender que ambas son más conservadoras que innovadoras, en el sentido que luchan por mantener o mejorar los instrumentos técnicos, valores, y los ideales de las generaciones pasadas, pero que a la vez no pueden dejar de ser procesos evolutivos en tanto que en ellas se distinguen estadías, etapas y periodos.
Nuestra cultura actual se caracteriza por cambios vertiginosos y por acelerados movimientos innovadores.
La repercusión que tiene en la educación es evidente.
En una cultura favorecedora al cambio, no puede soñarse con una educación universal y permanente, ni puede pretenderse que los programas y los estilos educacionales se establezcan y perduren.
Educar en una cultura cambiante es educar para la constante readaptación de las técnicas y los conocimientos.
La razón por la cual la cultura es un marco referencial obligado de toda educación en el ser espaciotemporal del hombre, es que el hombre como ser viviente, no puede escapar a este requisito, el hombre está aprisionado a estas coordenadas, fuera de las cuales es imposible su existencia, podemos entender entonces, como Ortega y Gasset, que el hombre es “ser y circunstancia”, así la localización y la temporalización son categorías humanas a la que no es ajena la cultura.
A medida que las culturas son más letradas y avanzadas, la adaptación recorta más, aunque devuelve más.
Si la educación fomenta la libertad y la creatividad, está a favor del cambio y del progreso; si aumenta las exigencias adaptativas, favorece la continuidad y frena la innovación
Entonces, encontrar el equilibrio es uno de los desafíos de la educación actual, dado que, por diferentes factores, tanto externos como internos, se siente amenazada.
La historia de la educación atestigua que la escuela es fruto de la evolución cultural; que únicamente la necesitaron sociedades avanzadas, siendo la industrial la que más necesidad tiene de ella.
Podemos verla como sujeto pasivo de la cultura, pero también es evidente que la escuela engendra y produce cultura.
No nos equivocaremos entonces al decir que la misión inmediata y peculiar de la escuela es una formación cultural que contribuya a la educación moral.
Sobre una lectura comprensiva de Paciano Fermoso Estébanez en “Cultura: El medio cultural y tecnológico como condicionante de la educación”, en Filosofía de la Educación Hoy (1991). DYKINSON. Madrid.
De JUAN PABLO CAROL para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIONEDUCATIVA.
24 de octubre de 2007
CONTINUACIÓN DE “EDUCACIÓN UN PRINCIPIO SIN FIN”.
El análisis de la educación, puede encararse desde las perspectivas sociológica, biológica, psicológica y filosófica. Desde el ángulo sociológico, la educación es el proceso que aspira a preparar a las generaciones nuevas para reemplazar a las adultas, que se van retirando de las funciones activas de la vida social. Desde el punto de vista biopsicológico, la educación tiene por finalidad llevar al individuo a realizar su personalidad.
Podemos decir que educar es conducir lo que es hacia la plenitud de actualización y expansión, orientada en un sentido de aceptación social.
La educación es un proceso que tiende a capacitar al individuo, para actuar conscientemente frente a nuevas situaciones de la vida, aprovechando la experiencia anterior y teniendo en cuenta la integración, la continuidad y el progreso social.
LA EDUCACIÓN COMO AUTOSUPERACIÓN
La superación ha tenido prolongada aplicación en el campo educacional, especialmente en el aspecto competitivo, en que el alumno es inducido a superar a los demás, transformándolos en adversarios.
La superación bien entendida no debe consistir en vencer al colega, sino en vencerse a sí mismo.
De este modo la autosuperación lleva al educando a esforzarse para rendir el máximo, sin otra preocupación que no sea la de mejorar su propio rendimiento. Que cada uno, por lo tanto, produzca lo que más pueda y se esfuerce continuamente.
Cada individuo nace con un potencial propio de posibilidades biopsicosociales, que deben ser puestas de manifiesto por la educación a fin de analizarlas y aprovecharlas de la mejor manera para lograr una convivencia social en la cual cada miembro contribuya con lo mejor que posea.
La educación puede y debe mostrar al educando los valores de la vida social de interés general para la supervivencia y progreso de todos.
El ideal máximo, en este aspecto, es transformar la competición en colaboración.
El equilibrio es indispensable: nada de exageraciones individualistas que conducen a exaltaciones del egoísmo, nada de exageraciones socializantes, que lleven a diluir la voluntad personal en el grupo.
LA EDUCACIÓN COMO EXPANSIÓN Y AUTOLIMITACIÓN.
a) Expansión: tiende a actualizar las virtualidades del individuo en todos sus aspectos. La educación se propone hacer que el sujeto se realice lo más plenamente posible, biológica, psicológica y socialmente.
b) Autolimitación: aspira a que el educando se autolimite. Consiste en llevar al individuo a la comprensión de sus limitaciones. La autolimitacion es una toma de conciencia de las propias posibilidades, del medio y de las responsabilidades, del medio y de las responsabilidades de su actuación en el mismo. Educar es, limitar. La limitación, no debe sugerir una forma de imposición o violencia, sino de aceptación consciente de las posibles limitaciones personales, el individuo reconoce lo que debe y lo que no debe, lo que puede y lo que no puede practicar.
TIPOS DE EDUCACIÓN.
La educación es un proceso social, representado por todo y cualquier influencia sufrida por el individuo, capáz de modificar su comportamiento. En el campo de esas influencias, encontramos:
- HETEROEDUCACIÓN: cuando los estímulos que inciden sobre el individuo se manifiestan independientemente de su voluntad, sin la intención determinante del propio sujeto, esta a su vez, puede ser:
1- Educación inintencional o asistemática, cuando la modificación del comportamiento resulta de la influencia de las instituciones que no tienen esa intención específica, como la radio, la televisión, el cine, el teatro, los periódicos, el club, etc.
2- Educación intencional o sistemática, cuando obedece, al designio de influir en el comportamiento del individuo de una manera organizada, ocurre en organizaciones como: hogar, iglesia, escuela.
- AUTOEDUCACIÓN: se considera al hecho de que sea el propio individuo quien decide procurarse las influencias por la acción de perfeccionamiento y expansión de la personalidad, se lleva a cabo después que el individuo deja la escuela. En virtud de autoeducación el individuo pasa a ser maestro de sí mismo, se enseña a sí mismo mediante la reflexión, por el estudio personal o por la orientación propia.
El educando debe ser alentado para alcanzar su mayor rendimiento, sin comparaciones ni competiciones, en todo caso, comparándose con sí mismo, compitiendo consigo mismo.
EDUCACIÓN PERMANENTE.
Tiene por objeto la fusión de la educación sistemática proporcionada por la escuela con la autoeducación, en un proceso contínuo, que tiende a una permanente actualización y a un permanente esfuerzo de superación personal.
Debe ser considerada en términos de:
- Reorientación de los estudios para jóvenes y adultos
- Adaptación de conocimientos adquiridos a nuevas actividades profesionales.
- Complementación de los estudios en todos los niveles de enseñanza.
- Especialización en todas las áreas.
- Divulgación de problemas de actualidad, de carácter político, económico, social, científico, etc.
- Acercamiento de los padres e hijos y de generaciones diferentes, en busca de mayor entendimiento y de una mutua cooperación.
- Interrelación de las diversas áreas de estudio, para evitar la formación de mentalidades “estrechas y limitadas”.
- Perfeccionamiento de la mano de obra activa, técnico y humanístico.
- Divulgación de las nuevas ideas en todos los sectores de la cultura.
- Actualización constante de la docencia en todos los niveles de enseñanza.
EDUCACIÓN Y DESARROLLO.
Educación para el consumo: destinada a hacer del educando, un buen consumidor de elementos y técnicas de confort, cultura y buen gusto.
Educación para la producción: producción de bienes, que son los que aseguran la supervivencia, el desarrollo y el enriquecimiento de las comunidades. Está más orientada hacia la formación científica, técnica y profesional; aunque se orienta también hacia el consumo.
Después de la segunda guerra mundial, los países que habían quedado en ruinas, su factor principal de recuperación y desarrollo fue la educación, pero la educación para la producción, centrada en la preparación científica y técnico-profesional de los educandos.
La educación pasa a adoptar, cada vez en mayor grado, un carácter decididamente técnico-profesional, para actuar como elemento indispensable en el desenvolvimiento económico-social de las comunidades. Tiene el fin de promover:
- El descubrimiento y desenvolvimiento de las capacidades y aptitudes.
- El estudio de las realidades y necesidades comunitarias, regionales y nacionales.
- Orientación de los individuos hacia las actividades profesionales.
- Desarrollo del campo de investigaciones científicas y técnicas.
- La preparación de cada individuo para que pueda ser eficiente productor y consciente consumidor de riquezas.
FINES DE LA EDUCACIÓN.
La responsabilidad educativa de la escuela depende del reconocimiento de los objetivos de la educación. Ellos indican el rumbo y los puntos de llegada deseados. Si no existieran los objetivos, la acción de la escuela no sería más que una mera sucesión de clases o prácticas docentes.
Los objetivos de la educación son los que dan, en los distintos niveles de la enseñanza, la unidad y el sentido a la multiplicidad del trabajo escolar.
Todo director de escuela, antes de asumir sus funciones, debería interiorizarse de las finalidades, a fin de saber que sentido dar a la acción escolar y como evaluar sus resultados. Lo mismo puede decirse del docente.
Los fines de la educación, en su enfoque más amplio, pueden ser expresados en un triple sentido: social, individual y trascendental.
1- EN SENTIDO SOCIAL:
Preparar las nuevas generaciones para recibir, conservar y enriquecer la herencia cultural del grupo.
Preparar los procesos de subsistencia y organización de los grupos humanos, teniendo en vista nuevas exigencias sociales, derivadas del crecimiento demográfico y de los nuevos conocimientos.
Promover el desenvolvimiento económico y social, disminuyendo los privilegios y proporcionando los beneficios de la civilización al mayor número posible de individuos.
2- EN SENTIDO INDIVIDUAL:
Proporcionar una adecuada atención a cada individuo, según sus posibilidades.
Inculcar al individuo sentimientos de grupo.
3- EN SENTIDO TRASCENDENTAL:
Orientar al individuo hacia la aprehensión del sentido estético y poético de las cosas.
Llevarlo, además, a tomar conciencia y a reflexionar sobre los grandes problemas y misterios de las cosas, de la vida y del cosmos.
OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN.
1- ATENCIÓN A TODOS LOS INDIVIDUOS: destinada a todos por razones humanas y sociales. Humanas, a fin de lograr una mejor formación del individuo para comprenderse a sí mismo y a la realidad que lo rodea para su adecuada integración en ella. Sociales, para una mejor preparación de los ciudadanos y profesionales de modo que puedan atender con eficacia las exigencias de orden, cooperación, justicia y desarrollo social.
2- DESARROLLO FISICO Y PRESERVACIÓN DE LA SALUD: es indispensable enseñar a los educandos a conservar la salud.
No resulta difícil inculcarle al estudiante ciertos preceptos de higiene y de salud. En la formación de una mentalidad de la higiene en el educando, deben tomar parte activa las cátedras de Educación Física, Ciencias Naturales, Geografía. Esto no quiere decir que las demás disciplinas no deban contribuir en esto que es fundamental, para el individuo y para la nación.
Deben ser tenidas en cuenta las siguientes campañas:
· Campaña de buena dentadura.
· Campaña de los ojos.
· Campaña de higiene corporal.
· Campaña de alimentación.
Además la escuela debería procurar el desenvolvimiento de técnicas, prácticas y sugestiones que lleve a los educandos a sentir la necesidad de reforestación.
3- INTEGRACIÓN SOCIAL: esto debe ser tomado y procurado, por todos los grados de enseñanza. La Geografía, revelando las condiciones, posibilidades y riquezas del medio; la historia, mostrando la formación de la comunidad junto con las figuras del pasado y del presente que contribuyen a formularla; el canto coral, presentando las canciones populares que expresan el folklore local.
4- SOCIALIZACIÓN: es preciso hacerle sentir al alumno que es miembro de un todo, del cual forma parte y con el cual debe articularse. Para alcanzar estos logros, la escuela debe desarrollar en él la capacidad de colaboración.
Los valores morales, culturales y sociales, como así también los cívicos, no deben ser solamente enunciados. Deben ser, principalmente, vividos. La escuela, debe estimular trabajos en grupo, para que el educando aprenda a convivir con sus colegas.
El estudiante necesita llegar a sentir y a comprender que los esfuerzos en las realizaciones sociales sólo llegan a buen término si se consiguen la cooperación y la solidaridad de todos, o mejor aún, si se logra la subordinación de lo individual a los objetivos del bien común.
En otras palabras, integrar es llevar al individuo a identificarse con los intereses de determinado grupo; socializar es crear disposiciones y actitudes de colaboración con sus semejantes de cualquier grupo, reconociendo que los problemas sociales tienen un denominador común que exige la participación de todos para su solución.
5 – FORMACIÓN CÍVICA Y FORTALECIMIENTO DE LA CONCIENCIA NACIONAL.
El problema de la conciencia nacional, debe merecer atención especial de todas las instituciones nacionales. Algunas actividades escolares que podrían fortalecer la conciencia nacional de modo que las mismas contribuyan a la afirmación de la unidad patria:
- estudio de la formación histórica de la patria, apelando, siempre que sea posible, a la dramatización, para asegurarse mejor la emotividad del educando.
- Estudio de las condiciones mesológicas y económicas de cada zona y su importancia para la comunidad nacional.
- Representaciones folklóricas que tengan como base la contribución de las diversas zonas del país.
- Exposiciones en las cuales puedan ser apreciados los productos y otras muestras representativas de cada zona.
- Etc.
6 – FORMACIÓN DE UNA CULTURA GENERAL.
Se trata de una cultural general que lleve a la comprensión de la cultura cristiana. Esta cultura general hará que el individuo se sienta, en cierto modo “ciudadano del mundo”, de esta manera obtendrá las formas de vida y manifestaciones culturales de otros pueblos. Contribuirá, así, a que haya mayor tolerancia para con otros pueblos, otras costumbres y otros valores. El educando a través de la cultura general, podrá valorar la evolución y el esfuerzo del progreso humano y asimismo, podrá situarse en el escenario universal desarrollando un sentimiento de simpatía hacia toda la humanidad.
7 – TRANSMISIÓN DE LAS TÉCNICAS FUNDAMENTALES PARA LA FORMACIÓN DEL ESPIRITU DE INVESTIGACIÓN.
La escuela tiene el deber de suministrar al educando, desde el nivel primario, el conjunto de elementos técnicos fundamentales, capaces de posibilitar adecuada preparación profesional frente a las exigencias de desarrollo tecnológico en todos los sectores de la actividad.
8 – OPORTUNIDADES DE MANIFESTACIÓN Y DESENVOLVIMIENTO DE LAS PECULIARIDADES INDIVIDUALES PARA LOGRAR EL PLENO DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.
Es este uno de los aspectos mediante el cual puede ser encarada la libertad en una democracia, esto es, dar oportunidad de realización de las virtualidades del individuo. Visto desde otro ángulo, puede decirse que este objetivo debe conducir hacia la orientación profesional, que debe ser una preocupación constante de todos los niveles enseñanza.
9 – PARTICIPACIÓN EN LA VIDA SOCIAL, MEDIANTE EL EJERCICIO DE UNA PROFESIÓN.
Socialmente, el hombre se realiza a través de la posición política, por la vía del casamiento y mediante la profesión. La escuela no puede permanecer ajena al problema de la orientación profesional; de ahí la necesidad que ella tiene de propiciar la manifestación de las diferencias individuales, de modo que se suministre al educando, en la época mas oportuna, un consejo sobre que estudios le son convenientes o en que profesión tendrá probabilidades de éxito.
10 - FORMACIÓN ECONÓMICA.
La formación económica, puede ser apreciada desde una doble perspectiva: la que presenta el ángulo de las ganancias y pérdidas individuales y la que ofrece el estudio de las posibilidades económicas del medio con nociones de economía política.
11 – FORMACIÓN ESTÉTICA.
La escuela debería pensar en la educación estética del educando, a través de recursos artificiales y naturales. Los recursos artificiales pueden ser representados por los cuidados y arreglos de las salas de clases, de los corredores, de los patios y de las salas de fiestas.
Los recursos naturales son los que proporciona la naturaleza y están representados por sus colores y formas.
12 – DESARROLLO DEL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD.
El mejor camino para la maduración del sentido de la responsabilidad, es el ejercicio de actividades que exijan responsabilidad que la escuela esta en condiciones de proporcionar. Tanto las actividades extraclase como las organizaciones dirigidas por los propios alumnos sirven a estos objetivos, ya que de ellos depende, en ultima instancia, la vida y el desenvolvimiento de las mismas.
13 – DESARROLLO DEL ESPIRITU DE INICIATIVA.
Para desenvolver la iniciativa individual es indispensable un ambiente adecuado. Un ambiente de presión, de coacción, de autoritarismo y de falta de respeto hacia la personalidad, no es el más indicado para el desenvolvimiento del espíritu de iniciativa.
Tomar la iniciativa o tener iniciativa, requiere condiciones propias como el trato de igual a igual, el reconocimiento del derecho ajeno y otras que den oportunidad de expresión individual.
14 – APROVECHAMIENTO DEL TIEMPO LIBRE.
La máquina va sustituyendo al hombre en la realización de las diversas tareas y, consecuentemente, las horas de trabajo tienden a disminuir, mas aún hacia el futuro, lo cual estimula la preocupación de las escuelas sobre cómo enriquecer ese tiempo libre, por ejemplo a través de distintos talleres: música, deportes, estudios científicos, cultivo de la tierra, entre otras cosas.
15 – FORMACIÓN POLÍTICA.
Una de las grandes obligaciones de la escuela, es la de preparar políticamente al adolescente para que sea, en el futuro, un elector consciente. Formar una conciencia política, fomentar las responsabilidades del ejercicio del derecho de elegir o votar, es una de las tareas mas fecundas de la enseñanza media. No es que la escuela deba tomar partido por una determina posición política. Es necesario, destacar el valor del derecho electoral, mostrar que no es patriótico ni moral votar por intereses personales, o elegir negligentemente, ha pedido de amigos. Por el contrario, debe votarse a conciencia, siempre hacia el bien común.
16 – FORMACIÓN DEMOCRÁTICA.
La formación democrática, habilita al individuo para vivir en sociedad, respetando los derechos ajenos y dispuesto a hacer valer los propios cuando sea necesario; todo ello dentro de la línea democrática. El ciudadano democrático actúa responsablemente teniendo en vista tanto a su persona como a la colectividad. Es el que se siente capaz e independiente, pero con todo, esta dispuesto a la cooperación con sus semejantes, sin olvidar el bien común.
17 – PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO.
La preparación para el matrimonio sobreentiende adecuada orientación sexual que lo mismo podría ser llevada a cabo por el hogar o por la escuela. Promover no solo charlas y debates sobre el matrimonio y la educación sexual, sino también engalanar la escuela promoviendo campañas de divulgación con carteles alusivos al asunto, focalizando aspectos sanos del amor y enalteciendo la nobleza del casamiento y los deberes de los cónyuges para con la sociedad y con la prole.
18 – DESARROLLO DEL ESPÍRITU CREADOR.
Favorecer el desenvolvimiento del espíritu creador, del que tanto depende el desarrollo pleno de la personalidad del educando y de todas las actividades sociales.
19 – DESARROLLO DEL ESPIRITU CRÍTICO.
Si se consigue crear un espíritu crítico, gran parte del objetivo de la educación se habrá cumplido. Todo disciplina que pueda desarrollar el espíritu crítico, puede ofrecer motivos de reflexión y de comparación en lo que atañe a aspectos contradictorios, considerados de valor y de aplicación práctica y a cuestiones relacionadas con realidades sociales, humanas y físicas.
20 – ENSEÑAR A ESTUDIAR.
Enseñar a estudiar representa, pues, la posibilidad de que el individuo enfrente mejor un mundo sometido a las constantes y profundas transformaciones.
21 – FORMACIÓN DE LA MENTALIDAD CIENTÍFICA.
Consiste en convencer de la validez del principio de causa-efecto, es decir, que de todo lo que ocurre en el mundo físico, social o mental, tiene una causa y esto porque nada se produce por mera casualidad. La relación causa-efecto, puede inducir al hombre a tener más confianza en sí mismo y en la vida.
22 – LLEVAR A TENER MÁS CONFIANZA EN SÍ MISMO.
Es preciso llevar al individuo a experimentar con su acción sobre los acontecimientos, haciendo proyectos y ejecutándolos. De esa forma, el sujeto se animará a tomar iniciativas y a realizar empresas y ganará confianza en sí mismo.
23 – FORMACIÓN MORAL Y RELIGIOSA.
La formación moral debe ser fruto, principalmente, del ejemplo continuado y de la coherencia. Así, dicha formación no debe ser fruto de sermones o de consejos, sino de buenos y continuos ejemplos, de coherencia, de respeto, y de debates amplios y sinceros sobre los asuntos morales que preocupan al educando. La formación religiosa, debe llevarse a cabo paralelamente con la formación moral. El profesor podría colaborar en la formación religiosa de los mismos aprovechando, en primer lugar, los incidentes reales de la vida cotidiana. Al mismo tiempo que iría inculcando respeto por las convicciones religiosas de los demás.
24 – EL RESPETO POR EL PRÓJIMO.
Este es, quizás el máximo objetivo; desarrollar en el individuo un profundo y sincero respeto por el prójimo en todas las condiciones y en todas las circunstancias. Con criaturas humanas que respeten y cooperen, prácticamente todos los problemas son superables, pero con el hombre que ataca a sus semejantes, en una actitud que denota una flagrante falta de respeto, no habrá conquistas tecnológicas capaces de proporcionarle paz y felicidad.
LA EDUCACIÓN, LA SOCIEDAD Y EL HOMBRE
Somos educandos, en cuanto sufrimos influencias de otros y somos educadores en cuanto ejercemos esa influencia.
Como siempre estamos sufriendo y ejerciendo influencia, podemos decir que todos somos, simultáneamente educandos y educadores durante la vida entera. La educación es un proceso general que envuelve a la sociedad y el hombre. Es la preocupación de todas las colectividades desde la supervivencia de la vida social, su continuidad, estabilidad, y progreso dependen fundamentalmente de ella.
Una sociedad que no progresa, cae fatalmente en la ruina y esta se encarga de hacerla retroceder o desaparecer.
Surge, aquí, otra tarea para la educación: el progreso social.
Consultar a Imídeo Nérici en su concepción amplia sobre Educación lleva a pensarla como un principio sin fin.
La complejidad de la educación se corresponde con la complejidad de la comunicación.
En Comunicación Educativa una comprensión profunda de la educación contribuye a redescubrir espacios de problematización, investigación e intervención profesional.
Reseñas y reflexiones sobre un texto de Imídeo Nérici (1969). Hacia una didáctica general dinámica. kapeluz. Buenos Aires. Argentina.
Por RAÚL GUTIÉRREZ (raul_bersuit@hotmail.com) para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIÓNEDUCATIVA.
SOBRE “EL ROBO DE LA PALABRA COMUNICACIÓN Y SU PROCESO DE TRAVESTIZACIÓN”.
El texto, obra de Roberto Aparici, me resultó bastante interesante y al mismo tiempo bastante crítico.
Digo esto por lo siguiente, el título “el robo de la palabra comunicación y su proceso de travestización”, a través del cual analizó los distintos significados que a lo largo del tiempo se le fue asignando al término “comunicación”, enfatiza y remarca que la “comunicación implica diálogo, una forma de relación que pone a dos o más personas en un proceso de interacción y transformación contínua, a lo que agrega que el poder ha disfrazado, metamorfoseado, travestizado el significado de esta palabra (comunicación), utilizando algunos “sinónimos” como : dar a conocer, informar o transmitir.
A lo largo del texto Aparici, hace una clara diferenciación entre los términos informar y comunicar, con la cual coincido, por los conceptos que propone.
El proceso informacional, se caracteriza por la transmisión de datos.
Los medios de comunicación, se caracterizan por producir y transmitir datos de todo tipo y cuyo objetivo principal es vender audiencias a diferentes entidades, privadas o públicas, con el fin del consumo y justamente, argumenta que la retroalimentación se da al momento de tal consumo.
También aborda el tema de la manipulación y se refiere a ella dejando claramente expresado, que tal término no tiene ninguna relación con el concepto de comunicar, acotando que de ninguna manera, comunicar significa el sometimiento de una parte sobre otra. Pues la manipulación utiliza técnicas ocultas para convencer y someter a otro.
Roberto Aparici, habla de dos modelos de comunicación, por un lado: el modelo FUNCIONALISTA, basado en la existencia de un emisor que transmite mensajes a un receptor, en tal proceso no existe una retroalimentación.
Por otra parte habla del modelo EMIREC, donde existe una relación de igual a igual, entre todos los participantes del proceso –emisor-receptor/receptor-emisor.
Siguiendo con tales modelos, acota y deja bien clara su posición: donde haya una jerarquización y no implique a dos o más personas con el mismo nivel de poder, de tratamiento, no es comunicación. Es un acto autoritario inconsciente, pero autoritario al fin.
Es decir, se establece comunicación, cuando entre los actores hay retroalimentación y estos son pares.
Para concluir, Roberto Aparici, deja una conclusión en la cual se habla de la opinión publica, y comenta que ella, esta volviendo a ocupar el lugar que en algún momento perdió, los receptores están dejando de ser mudos y pasan a ser elementos de decisiones y cambios.
En resumen, a criterio personal, Roberto Aparici, es crítico de un medio, que puede resultar no ser libre y su control estar en manos del poder político, económico, etc. Que por una parte es democrático, pero por otra es autoritario, pues hay cierta imposición que no permite la opción, ni la respuesta, así también, es optimista al momento de decir que la opinión pública se está haciendo escuchar y que poco a poco se está estableciendo como elemento de decisión y cambio.
RESEÑAS Y REFLEXIONES SOBRE UN TEXTO DE ROBERTO APARICI “EL ROBO DE LA PALABRA COMUNICACIÓN Y SU PROCESO DE TRAVESTIZACIÓN”.
POR RAÚL GUTIÉRREZ PARA ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIÓNEDUCATIVA.
19 de octubre de 2007
La Importancia de la Comunicación en la Educación.
El concepto de hombre lo define como un ser racional y sociable.
El hombre necesita del otro para desarrollarse y crecer como persona e intelectualmente.
El ser humano mediante la educación aprende a gestar ideas, aprende a conocer el mundo, a interpretarlo, etc.
Para comenzar a abordar un tema tan complejo y tan necesario como lo es la comunicación en el ámbito educativo, es necesario remontarse a las primeras concepciones que emergieron a lo largo de la historia.
La primera concepción radicó en la comunicación como control, el aula funcionaba bien cuando todo estaba sujeto a la mirada del docente, quien era el protagonista, los alumnos eran simples receptores del mensaje.
Otra concepción, ya dejaba entrever la necesidad de saberse comunicar con el otro mediante técnicas: cómo pararse bien, impostar la voz, etc. El docente se convertía en el maestro-actor, los ojos estaban centrados en el protagonista que ocupaba toda la escena.
El avance de la tecnología abre camino a una tercera tendencia, la del educador como tecnólogo. Este se basa en el esquema emisor- mensaje- receptor.
Esta nueva propuesta se centra en el emisor y tiene como modelo a los grandes medios de difusión masiva y a la publicidad y propaganda.
Esto significa que todo lo puede prever y controlar el emisor-educador.
Se presentan instrumentos para concebir lo comunicacional en el terreno educativo, los medios audiovisuales, su buena utilización aporta dinamismo a las clases, capta la atención de los alumnos.
Pero invertir en tecnología es muy costoso y no siempre la compra va acompañada de la capacitación pertinente para sacar el mayor provecho al medio.
Si bien se ha recorrido con celeridad las distintas concepciones de la importancia de la comunicación en la educación, la educación no solo se limita a la emisión de un mensaje por parte de un profesor, valiéndose de un código y dirigido a los alumnos. Sino que la posibilidad de aprender va mas allá de transmitir meros conceptos, pues la buena comunicación es necesaria y debe transformar la educación.
En el terreno de la educación, construir es construirse.
Uno aprende cuando se construye a sí mismo y para lograrlo necesita del factor comunicacional, que es mucho mas profundo que los recursos de control, de la celebración del autor, etc.
Pues, la comunicación nos permite relacionarnos con nuestro propio ser, con nuestro pasado, con el otro.
Esa es la comunicación de fundamento.
Si la educación contribuye a la humanización, mediante el lenguaje articulado, mediante una mirada, una caricia, etc., llegamos a que el hecho educativo sea esencialmente comunicacional, ya que somos seres en relación, siempre entre y con los otros.
Sobre La Pedagogía y sus Funciones
· La pedagogía se ocupa del sentido de la tarea de educar a seres que requieren de apoyo de los docentes en particular y de la institución toda, frente a las acechanzas del abandono, del sinsentido y de una incertidumbre descontrolada.
· Los esquemas de exclusión y de paternalismo son ambos una forma de sinsentido, porque o provocan deserción o conducen a un juego de complicidades destinadas a deteriorar los procesos de aprendizaje. El acompañamiento significa una aproximación a lo que alguien trae consigo para apoyarlo en la apropiación del conocimiento y en la construcción de si mismo.
· Caemos en el sinsentido cuando un educador y una institución no fomentan la seguridad, la autoafirmación, cuando lanzan hacia el futuro a seres sin fomentar en ellos la seguridad ni la autoafirmación.
· A los educadores- y a la institución toda- cabe la responsabilidad de la mediación pedagógica para hacer vivir a los estudiantes el aprendizaje, es decir, la tarea de construirse y de apropiarse del mundo y de sí mismo, sin invadir y sin abandonar, para que en la vida sean capaces de continuar aprendiendo.
Propuestas metodológicas:
Inter aprendizaje: el cual impulsa la acción y reacción.
Puentes: permiten avanzar desde lo que uno es a lo que puede ser, desde la experiencia propia a la ajena, desde las significaciones cristalizadas, a la crítica y la construcción de nuevas alternativas.
La Personalización: importancia a la relación entre personas.
La Comunicación: los educadores son seres en comunicación, su función es estar siempre “frente a” y “entre otros”.
La Expresión: fruto del hecho educativo.
Lo Propio: construir la propia obra, construirse a través de ella.
· La educación necesita avanzar en una coherencia entre sus postulados y la manera en que suceden las cosas en el aula. No se puede predicar modos distintos de llevar la enseñanza y el aprendizaje para mantener distancias y formas cristalizadas de traspaso de información.
En educación se habla, en repetidas oportunidades, de “sentido” y “sinsentido”.
En el ámbito de la educación, se caracteriza como “con sentido” todo lo que sostiene a un ser humano en su crecimiento y en su logro como educador, todo lo que enriquece la promoción y el acompañamiento del aprendizaje, lo que enriquece la gestión de la institución educativa para cumplir con sus funciones, todo lo que enriquece el uso de medios y la práctica discursiva en función del aprendizaje.
Todos los miembros e instrumentos que contribuyen a la comunicación educativa cuentan con esta dualidad, del sentido y sinsentido.
Se puede analizar dicha dualidad a partir de: educador, estudiante, institución, medios y discurso institucional.
Educador:
- Sentido: radica en el logro personal, sentirse alguien inmerso en el hecho comunicativo, acompañar y promover el aprendizaje.
_ El sinsentido: conduce al desgaste, frustraciones, de las penurias económicas, etc.
Estudiante:
_ Sentido: autoafirmación y la construcción de si mismo, desarrollo de la propia expresión, capacidad de interactuar y comunicarse.
_ Su antitesis, el sinsentido acecha a través de exigencias de aprendizaje carentes de significación, queda librado a la propia suerte para resolver exigencias de la institución y docentes.
Discurso y medios:
_ Sentido: comunicabilidad, la capacidad de la interlocución, el goce ligado al aprendizaje, son los puentes entre lo sentido y sabido por lo que sentir y saber.
_ El sinsentido acecha mediante la fragmentación constante, falta de interconexión entre los materiales, incapacidad de construir el propio texto, etc.
Para Comprender la Comunicación en la Educación
Los autores Francisco Gutiérrez y Mario Kaplun, hablan de la comunicación en la educación. Decir “en la educación” nos sitúa de lleno en el espacio de toda la educación sin pretender reducirla a lo comunicacional.
Seres de Comunicación
Lo peor que le puede ocurrir a un educador es tener problemas de comunicación, no tolerar la relación con el otro, considerar su tarea cotidiana como un castigo debido a esa necesidad permanente de interactuar, de exponerse a las miradas, las voces, etc.
Comunicar
Es un concepto muy extenso y abarcativo, comunicar es: ejercer la calidad del ser humano, expresarse, interactuar, relacionarse, proyectarse, afirmarse en el propio ser, abrirse al mundo, etc.
Comunicación como sufrimiento
No es lo mismo un ser de comunicación que un ser que sufre la comunicación.
La comunicación es el centro de toda arquitectura del acto educativo.
Si ella falta, o se llena de nichos el edificio cruje por todos los rincones.
En cuanto a la comunicación según su función se puede hablar de:
Ataque / defensa: lo cual conduce a una tensión permanente, desconfianza, etc.
Traspaso de contenidos: comunicación especular, vacía de vida y de sentido.
Populismo pedagógico: nos divertimos mucho pero no aprendemos nada.
El showman, el hombre-docente espectáculo: comunicación ligada a la capacidad de impactar y de reducir el espacio del aula a una dramatización o a una comedia.
Tecnología salvadora: todo pasa por el retroproyector o por los programas de video o por alguna grabación en audio, etc.
Sobre la entropía comunicacional en la educación
La entropía comunicacional, entendida como perdida de la comunicación, pérdida de la energía en la comunicación o incluso muerte de la misma puede cundir por los llamados “muros”:
El muro de la violencia: no hay comunicabilidad posible en la violencia. Aquí es importante distinguir todos las formas de violencia.
El muro del autoritarismo: hay que tener en cuenta que el autoritarismo no corresponde sólo a un sistema, sino también a seres en el cuadro de personalidad autoritaria.
El muro de la fatiga: hace falta fuerzas, renovadas energías para mantener la “preciosa tensión de comunicabilidad en el aula”, el muro de la fatiga es una gran síntoma de que algo anda muy mal ¡!!.
El muro del desaliento. El desaliento tiene causas sociales, pero también individuales, a veces viene confundido con enfermedades, con la ausencia de voluntad para seguir adelante, está muy relacionado con los muros de la fatiga y del discurso institucional.
El muro del discurso institucional: cuando el discurso institucional no acompaña la comunicabilidad en todos sus frentes porque no fomenta la autonomía, la libertad, el respeto de todos en la discusión para el consenso, la democracia, lo mismo cuando el discurso intitucional aparece teñido de "dobles discursos".
Reseñas y reflexiones sobre un texto de Prieto Castillo (1999). La Comunicación en la Educación. Ed. Ciccus. La Crujía. Buenos Aires.
De JULIETA PEDROSO (julietapedroso@gmail.com) para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIONEDUCATIVA.
8 de octubre de 2007
APUNTES PARA COMPRENDER LA EDUCACIÓN SUPERIOR HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO. PARTE I.
La Declaración Mundial de la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción[1], Aprobada por la Conferencia Mundial Sobre la Educación Superior Celebrada por la UNESCO el 9 de octubre de 1998, en París, presenta en su Preámbulo expresiones que denotan y connotan el reconocimiento del cambio y la necesidad de adecuarse a los nuevos tiempos, tales como:
“En los albores del nuevo siglo, se observan una demanda de educación superior sin precedentes, acompañada de una gran diversificación de la misma, y una mayor toma de conciencia de la importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo sociocultural y económico y para la construcción del futuro, de cara al cual las nuevas generaciones deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales.”
“La educación superior se enfrenta en todas partes a desafíos y dificultades relativos a la financiación, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios y en el transcurso de los mismos, una mejor capacitación del personal, la formación basada en las competencias, la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios, la pertinencia de los planes de estudios, las posibilidades de empleo de los diplomados, el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios que reporta la cooperación internacional.”
“La educación superior debe hacer frente a la vez a los retos que suponen las nuevas oportunidades que abren las tecnologías, que mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el saber y de acceder al mismo. Deberá garantizarse un acceso equitativo a estas tecnologías en todos los niveles de los sistemas de enseñanza.”
“Si carece de instituciones de educación superior e investigación adecuadas que formen a una masa crítica de personas cualificadas y cultas, ningún país podrá garantizar un auténtico desarrollo endógeno y sostenible; los países en desarrollo y los países pobres, en particular, no podrán acortar la distancia que los separa de los países desarrollados industrializados. El intercambio de conocimientos, la cooperación internacional y las nuevas tecnologías pueden brindar nuevas oportunidades de reducir esta disparidad.”
“...dado que tiene que hacer frente a imponentes desafíos, la propia educación superior ha de emprender la transformación y la renovación más radicales que jamás haya tenido por delante, de forma que la sociedad contemporánea, que en la actualidad vive una profunda crisis de valores, pueda trascender las consideraciones meramente económicas y asumir dimensiones de moralidad y espiritualidad más arraigadas.”
Para lo cual en la Parte de “Forjar Una Nueva Visión De La Educación Superior”, el Artículo 7:“Reforzar la cooperación con el mundo del trabajo y el análisis y la previsión de las necesidades de la sociedad”. Inciso d), recomienda:
“Aprender a emprender y fomentar el espíritu de iniciativa deben convertirse en importantes preocupaciones de la educación superior, a fin de facilitar las posibilidades de empleo de los diplomados, que cada vez estarán más llamados a crear puestos de trabajo y no a limitarse a buscarlos. Las instituciones de educación superior deberían brindar a los estudiantes la posibilidad de desarrollar plenamente sus propias capacidades con sentido de la responsabilidad social, educándolos para que tengan una participación activa en la sociedad democrática y promuevan los cambios que propiciarán la igualdad y la justicia”.
Cuestión que evidentemente sería imposible, de persistir en la educación la vigencia de paradigmas tradicionales identificados por Bordenave y Kaplún en el “Modelo que pone énfasis en los contenidos” y en el “Modelo que pone énfasis en los efectos”, y por Gimeno Sacristán y Pérez Gómez en el marco de las “Teorías Asociacionistas”.[2]
Es así que la Declaración Mundial de la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, en el Artículo 9. sobre “Métodos educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad”, advierte que:
a) En un mundo en rápido cambio, se percibe la necesidad de una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza superior, que debería estar centrado en el estudiante, lo cual exige, en la mayor parte de los países, reformas en profundidad y una política de ampliación del acceso, para acoger a categorías de personas cada vez más diversas, así como una renovación de los contenidos, métodos, prácticas y medios de transmisión del saber, que han de basarse en nuevos tipos de vínculos y de colaboración con la comunidad y con los más amplios sectores de la sociedad.
b) Las instituciones de educación superior deben formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas de la sociedad, buscar soluciones para los que se planteen en la sociedad, aplicar éstas y asumir responsabilidades sociales.
c) Para alcanzar estos objetivos, puede ser necesario reformular los planes de estudio y utilizar métodos nuevos y adecuados que permitan superar el mero dominio cognitivo de las disciplinas; se debería facilitar el acceso a nuevos planteamientos pedagógicos y didácticos y fomentarlos para propiciar la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales, en los que la creatividad exige combinar el saber teórico y práctico tradicional o local con la ciencia y la tecnología de vanguardia. Esta reestructuración de los planes de estudio debería tomar en consideración las cuestiones relacionadas con las diferencias entre hombres y mujeres, así como el contexto cultural, histórico y económico, propio de cada país. La enseñanza de las normas relativas a los derechos humanos y la educación sobre las necesidades de las comunidades del mundo entero deberían quedar reflejadas en los planes de estudio de todas las disciplinas, especialmente las que preparan para las actividades empresariales. El personal académico debería desempeñar una función decisiva en la definición de los planes de estudio.
d) Los nuevos métodos pedagógicos también supondrán nuevos materiales didácticos. Estos deberán estar asociados a nuevos métodos de examen, que pongan a prueba no sólo la memoria sino también las facultades de comprensión, la aptitud para las labores prácticas y la creatividad.
En tanto que en su Artículo 10, sobre “El personal y los estudiantes, principales protagonistas de la educación superior”, inciso a), expresa:
“Un elemento esencial para las instituciones de enseñanza superior es una enérgica política de formación del personal. Se deberían establecer directrices claras sobre los docentes de la educación superior, que deberían ocuparse sobre todo, hoy en día, de enseñar a sus alumnos a aprender y a tomar iniciativas, y no a ser, únicamente, pozos de ciencia. Deberían tomarse medidas adecuadas en materia de investigación, así como de actualización y mejora de sus competencias pedagógicas mediante programas adecuados de formación del personal, que estimulen la innovación permanente en los planes de estudio y los métodos de enseñanza y aprendizaje, y que aseguren condiciones profesionales y financieras apropiadas a los docentes a fin de garantizar la excelencia de la investigación y la enseñanza, y en las que queden reflejadas las disposiciones de la Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1997.”
Y el Artículo 12. específicamente sobre “El potencial y los desafíos de la tecnología”, declara que:
“Los rápidos progresos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación seguirán modificando la forma de elaboración, adquisición y transmisión de los conocimientos. También es importante señalar que las nuevas tecnologías brindan posibilidades de renovar el contenido de los cursos y los métodos pedagógicos, y de ampliar el acceso a la educación superior. No hay que olvidar, sin embargo, que la nueva tecnología de la información no hace que los docentes dejen de ser indispensables, sino que modifica su papel en relación con el proceso de aprendizaje, y que el diálogo permanente que transforma la información en conocimiento y comprensión pasa a ser fundamental. Los establecimientos de educación superior han de dar el ejemplo en materia de aprovechamiento de las ventajas y el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, velando por la calidad y manteniendo niveles elevados en las prácticas y los resultados de la educación, con un espíritu de apertura, equidad y cooperación internacional, por los siguientes medios”. Así sus incisos expresan:
a) constituir redes, realizar transferencias tecnológicas, formar recursos humanos, elaborar material didáctico e intercambiar las experiencias de aplicación de estas tecnologías a la enseñanza, la formación y la investigación, permitiendo así a todos el acceso al saber;
b) crear nuevos entornos pedagógicos, que van desde los servicios de educación a distancia hasta los establecimientos y sistemas "virtuales" de enseñanza superior, capaces de salvar las distancias y establecer sistemas de educación de alta calidad, favoreciendo así el progreso social y económico y la democratización así como otras prioridades sociales importantes; empero, han de asegurarse de que el funcionamiento de estos complejos educativos virtuales, creados a partir de redes regionales continentales o globales, tenga lugar en un contexto respetuoso de las identidades culturales y sociales;
c) aprovechar plenamente las tecnologías de la información y la comunicación con fines educativos, esforzándose al mismo tiempo por corregir las graves desigualdades existentes entre los países, así como en el interior de éstos en lo que respecta al acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y a la producción de los correspondientes recursos;
d) adaptar estas nuevas tecnologías a las necesidades nacionales y locales, velando por que los sistemas técnicos, educativos, institucionales y de gestión las apoyen;
e) facilitar, gracias a la cooperación internacional, la determinación de los objetivos e intereses de todos los países, especialmente de los países en desarrollo, el acceso equitativo a las infraestructuras en este campo y su fortalecimiento y la difusión de estas tecnologías en toda la sociedad;
f) seguir de cerca la evolución de la sociedad del conocimiento a fin de garantizar el mantenimiento de un nivel alto de calidad y de reglas de acceso equitativas;
g) teniendo en cuentas las nuevas posibilidades abiertas por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, es importante observar que ante todo son los establecimientos de educación superior los que utilizan esas tecnologías para modernizar su trabajo en lugar de que éstas transformen a establecimientos reales en entidades virtuales.”
2. EL CONTEXTO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
Joaquín Gairín en su trabajo “El profesor universitario en el siglo XXI”, dice que el contexto actual de la educación superior y de la profesión docente se caracteriza por:
· Un incremento acelerado y un cambio vertiginoso en las formas que adopta la comunidad social, en el conocimiento científico y en los productos del pensamiento, la cultura y el arte.
· Una evolución acelerada de la sociedad en sus estructuras materiales, institucionales y formas de organización de la convivencia, modelos de familia, de producción y de distribución, que se reflejan en el cambio inevitable de las actuales formas de pensar, sentir y actuar de las nuevas generaciones.
· Unos contextos sociales que condicionarán la educación y reflejarán una serie de fuerza en conflicto. Los vertiginosos cambios de los medios de comunicación y tecnológicos han ido acompañados por profundas transformaciones en la vida institucional de muchas organizaciones y han puesto en crisis la transmisión del conocimiento y, por tanto, también a sus instituciones.
· Un análisis de la educación que ya no se considera patrimonio exclusivo de los docentes, sino de toda la comunidad y de los medios de que ésta dispone, estableciendo nuevos modelos relacionales y participativos en la práctica de la educación. [3]
En todo caso Gairín refleja un contexto actual de la educación superior convulsionado por los cambios producidos en el avance de la Sociedad de la Información, impactado por nuevas exigencias para responder a la crisis / oportunidad que involucra un cambio de paradigma.
3. CAMBIOS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL SIGLO XXI.
Joaquín Gairín expresa que la nueva situación exige una revisión de las funciones asignadas a la universidad, que tenga en cuenta las problemáticas y dilemas que actualmente se plantean, de cara a su reconstrucción como organización e institución social.
José Ginés Mora, Director del Centro de Estudios en Gestión de la Educación Superior de la Universidad Politécnica de Valencia, España, en su artículo “La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento” [4], sostiene que el modelo de formación universitaria vigente en su país, que tiene mucho en común con el actual de buena parte de Europa y de Latinoamérica, responde a las necesidades de una sociedad y de un mercado laboral que están desapareciendo.
Frente a esta circunstancia, José Ginés Mora propone un nuevo modelo de Universidad caracterizada por:
Un cambio del modelo educativo: de la enseñanza al aprendizaje.
El autor reconoce que el mercado laboral de la sociedad del conocimiento es diferente al de la era industrial.
Advierte que los conocimientos estudiados se convierten en obsoletos en muy breve período de tiempo.
Sostiene que las profesiones ya no están tan claramente definidas y que la multidisciplinariedad se plantea como una necesidad creciente en los puestos de trabajo.
Un cambio en los objetivos: de los conocimientos a las competencias.
Ginés Mora advierte que las necesidades del nuevo contexto de la educación superior exigen, además de los conocimientos, formar a los individuos en un amplio conjunto de competencias, que incluyan por supuesto los conocimientos, pero también las actividades y las actitudes que son requeridas en el puesto de trabajo.
Sostiene que el conjunto de cualificaciones que necesita un trabajador para ocupar con solvencia un puesto laboral, es conocido hoy con la denominación de competencias.
A la vez que enseña la definición que los expertos dan a este término: “Una persona tiene competencia ocupacional si posee los conocimientos, las destrezas y las aptitudes que necesita para desenvolverse en una ocupación, si es capaz de resolver tareas independiente y flexiblemente, y si tiene la voluntad y la capacidad de desarrollar su esfera de trabajo dentro de la estructura organizativa en la que está inmerso”. [5]
Sobre la cuestión de cómo modificar los métodos de enseñanza para poder transmitir esos objetivos Ginés Mora José indica que los métodos de enseñanza pueden clasificarse en dos tipos: reactivos y proactivos.
En los primeros el profesor actúa y el alumno responde; en los segundos es el alumno el que actúa, mientras que el profesor es ante todo un guía.
Señala que los primeros (clases teóricas y prácticas, incluso laboratorios con prácticas dirigidas) permiten suministrar conocimientos e incluso destrezas, pero no competencias metodológicas, sociales o participativas.
Expresa que para formar en los segundos se necesitan mecanismos educativos distintos: seminarios, aprendizaje interactivo, técnicas de discusión y de presentaciones, técnicas de tomas de decisiones, períodos de prácticas en empresas, etc.
Cambio en los modelos organizativos.
Como productos de los cambios que se están produciendo en la Educación Superior, Ginés Mora advierte el creciente aumento de la masividad en la universidades y estima que esto exige de las mismas, nuevos modelos organizativos, bastante más flexibles y ágiles.
Señala que la universidad ha dejado de ser el lugar de formación de las elites dirigentes del Estado y de las grandes empresas. Y que ya no es un centro en donde se puede cultivar sólo la alta investigación. Sino, que cada vez más, se le exige que sea el motor de la investigación aplicada y del desarrollo tecnológico de la comunidad. Otro aspecto que requiere cambios del modelo organizativo, según el autor, es el de la temporalización del proceso de aprendizaje. Indicando que el sistema educativo superior ha estado tradicionalmente enfocado a atender a jóvenes estudiantes cuando finalizaban sus estudios secundarios y que en estos momentos, en los que la sociedad del conocimiento exige la formación continua de todos los que están inmersos en el proceso productivo, la preparación que proporcionan las universidades ya no puede estar ni exclusiva ni fundamentalmente enfocada a la formación de los jóvenes, sino a extenderla a todos aquellos que quieran aprovechar sus enseñanzas a lo largo de sus vidas.
El autor indica que llevar adelante este cambio supone modificaciones profundas del sistema organizativo, implicando vías mucho más flexibles entre los distintos estudios, entre los diferentes programas y entre la universidad y el mercado laboral.
A la vez que señala que la multidisciplinariedad y la intercomunicación de los programas educativos es una necesidad que debe plantearse dentro de los nuevos modelos organizativos de las instituciones de educación superior.
Un nuevo enfoque para los procesos de evaluación.
En este apartado el autor opina que las futuras evaluaciones y acreditaciones de los programas tienen que estar orientadas a valorar en qué medida son alcanzados los objetivos de formación en competencias.
Por su parte, Miguel A. Zabalza, con magistral contundencia, en sintonía con las teorías ya vistas, considera que “ La idea básica a este respecto es concebir a la Universidad como institución de aprendizaje frente a la idea más general de verla como institución de enseñanza. Esa ha sido la gran revolución, aún sin consolidar efectivamente (por la gran cantidad de cambios culturales, didácticos y organizativos que comporta), de transformar unas instituciones de Educación Superior concebidas como centros de enseñanza (teaching institucions) en organizaciones o comunidades de aprendizaje (learnings organizations)”[6].
4. LA AUTONOMÍA DEL APRENDIZAJE.
Un punto clave en la educación actual, identificado gracias al análisis precedente, tiene que ver con la autonomía del aprendizaje. Al respecto, Carles Monereo y Juan Ignacio Pozo consideran la autonomía del aprendizaje de los estudiantes como fin último de la enseñanza universitaria, “para promover personas cultas, probos ciudadanos, diligentes profesionales y/o sagaces investigadores” [7]. Valorando que esa autonomía en la gestión del conocimiento se logra en un grado mucho menor del deseado, creen necesario establecer qué competencias concretas deben enseñarse para promover esa autonomía.
5. COMPETENCIAS.
Las competencias consideradas por estos autores son:
1. Enseñar/ aprender a aprender a pensar: la reflexión (cognitiva y metacognitiva) debería ser el centro de las actividades de aprendizaje que se producen en el aula, dejando la transmisión de la información pura y dura en segundo plano o restringida a sistemas automatizados de búsqueda y navegación en redes telemáticas.
2. Enseñar/ aprender a cooperar: sobre esta competencia, los autores indican que la interacción entre compañeros pueda ser también una fuente de conocimientos es casi siempre inviable físicamente ya que las aulas universitarias siguen siendo, mayoritariamente, espacios físicamente diseñados para recibir conocimiento de una sola fuente o dirección: el profesor. Además señalan que este tipo de conocimiento, si se da, es considerado menor por los propios alumnos, quiénes siguen considerando que es el profesor quien transmite el verdadero saber. Esta es una cuestión que quiénes trabajamos en Educación Superior podemos confirmar plenamente. Sin embargo, los autores indican que el trabajo cooperativo puede ser una alternativa muy eficaz para enseñar a los alumnos no sólo nuevas formas de gestionar socialmente el conocimiento, sino también nuevos conocimientos.
3. Enseñar/ aprender a comunicar: Los autores sostienen que en el futuro los estudiantes deberán normalmente, explicar, argumentar lo que saben, para convencer o informar a alguien, de su criterio o decisión, deberán ser capaces de comunicarse, lo que será muy improbable si los contextos de enseñanza no favorecen situaciones de comunicación grupal.
4. Enseñar/ aprender a empatizar: Monereo y Pozo, indican que a empatizar puede y debe enseñarse a través del análisis de la lectura que realizamos de la situación emocional del otro, pero también mediante el análisis de nuestros propios estados emocionales y de su regulación. Enseñan que no siempre es la supervisión cognitiva la que controla el estado emocional propio y de los que nos rodean y que a menudo son las emociones las encargadas de regular los planes y desarrollos racionales para lograr la finalidad que se persigue. Por lo tanto, consideran que la gestión de las propias emociones y de la de los demás es una competencia de crucial importancia en el trato de los estudiantes y de los sujetos de una investigación, pero también lo es cuando se trabaja con pacientes, clientes o usuarios de un servicio.
5. Enseñar/ aprender a ser crítico: en este punto, los autores, señalan que la creciente incertidumbre en la gestión social del conocimiento obliga a todos, muy especialmente a los profesionales surgidos de la universidad, a ser capaces de construir un punto de vista propio a partir de fuentes de conocimiento cada vez más fragmentarias, inciertas y diversas. Y sostienen que a ello pueden contribuir diferentes estrategias didácticas, entre las que se incluiría el uso de la investigación como vía privilegiada para acercar a los alumnos al conocimiento científico.
6. Enseñar/ aprender a automotivarse: Monereo y Pozo sostienen que los alumnos universitarios están habituados a moverse por criterios y exigencias externas, a que su aprendizaje venga guiado por las pautas dadas por el profesor, que es quien fija las metas y los niveles de exigencia y esfuerzo. Señalan que este carácter extrínseco o heterónomo de los motivos de los alumnos para estudiar (y en su caso para aprender) es difícilmente compatible con la exigencia de autonomía o gestión intrínseca de las metas y motivos que la sociedad va a exigir a esos alumnos en su futuro ejercicio profesional. e indican que no se debe esperar de los estudiantes universitarios obediencia debida a las metas fijadas por los profesores, sino capacidad de gestionar sus propias metas, de autogestionar sus motivos.
6. EDUCAR EN UN ESCENARIO INCIERTO.
A todo esto, no se puede dejar de recurrir a Edgar Morin[8], quien destaca siete saberes necesarios para trabajar la educación dentro de un escenario incierto, de un paradigma complejo:
1- Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión.
Morín, señala como muy significativo el hecho de que la educación, que tiende a comunicar los conocimientos, permanezca ciega ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error, como a la ilusión y no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer. Teniendo en cuenta que el conocimiento no puede considerarse como una herramienta ready made que se puede utilizar sin examinar su naturaleza, considera que el conocimiento del conocimiento debe aparecer como una necesidad primera a modo de preparación para afrontar riesgos permanentes de error y de ilusión que no cesan de parasitar la mente humana.
Sostiene que uno de los grandes retos va a tener que ver con “armar cada mente en el combate vital para la lucidez”.
Para esto, indica que será necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto psíquicas como culturales que permiten arriesgar el error o la ilusión.
2- Los principios de un conocimiento pertinente.
El autor considera que existe un problema capital, aún desconocido, cual es el de la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar los problemas globales y fundamentales para inscribir allí los conocimientos parciales y locales.
Señala que la supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos.
Indica que es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto.
Y sostiene que es necesario enseñar los métodos que permitan aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.
3. Enseñar la condición humana.
Morín recuerda que el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico.
Indica que es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación, a través de las disciplinas, y se ha vuelto imposible aprender lo que significa ser humano.
Señala que hay que restaurarla de tal manera que cada uno, desde donde esté, tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos.
Sentencia así que la condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación.
4. Enseñar la identidad terrenal.
Morín declara que es pertinente enseñar la historia de la era planetaria, que comienza con la comunicación de todos los continentes en el siglo XVI, y mostrar como se volvieron ínter solidarias todas las partes del mundo, sin por ello ocultar las opresiones y dominaciones que han asolado a la humanidad y que aún no han desaparecido.
Sostiene que habrá que señalar la complejidad de la crisis planetaria que enmarca el siglo XX, mostrando que todos los humanos, confrontados desde ahora con los mismos problemas de vida y muerte, viven en una misma comunidad de destino.
5. Enfrentar las incertidumbres.
El autor considera que las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre.
Indica que la educación debería comprender la enseñanza de todas las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas.
Para Morín, tendrían que enseñarse principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Sostiene, se hace necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certezas.
Al reflexionar sobre la fórmula del poeta griego Eurípides, que data de hace 25 siglos, considera que ahora es más actual que nunca: “lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la puerta”. Así, advierte que, el abandono de los conceptos deterministas de la historia humana que creían poder predecir nuestro futuro, el examen de los grandes acontecimientos y accidentes de nuestro siglo que fueron todos inesperados, el carácter en adelante desconocido de la aventura humana, deben incitarnos a preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y poder afrontarlo.
Y recomienda a todos aquellos que tienen la carga de la educación que estén a la vanguardia con la incertidumbre de nuestros tiempos.
6. Enseñar la comprensión.
Teniendo en cuenta la importancia de la educación para la comprensión en todos los niveles educativos y en todas las edades, cree que el desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades.
Morín señala que la comprensión es, al mismo tiempo, un medio y fin de la comunicación humana.
Que la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas y que debe ser “la tarea para la educación del futuro”.
Indica que la comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños, es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.
Marca la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus raíces, sus modalidades y sus efectos. Ya que este estudio sería tanto más importante cuanto que se centraría no sólo en los síntomas, sino en las causas de los racismos, las xenofobias y los desprecios.
Cree que esto constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más seguras para la educación para la paz, a la cual estamos ligados por esencia y vocación.
7. La ética del género humano.
El autor considera que la educación debe conducir a una “antropoética” teniendo presente el carácter ternario de la condición humana, cual es el de ser a la vez individuo – sociedad – especie.
Indica que la ética individuo/ sociedad necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir, la democracia; la ética individuo – especie convoca a la ciudadanía terrestre en el siglo XXI.
Afirma que la ética no se podría enseñar con lecciones de moral. Que ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. Puesto que llevamos en cada uno de nosotros esta triple realidad.
Así, afirma que todo desarrollo verdaderamente humano debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencias de pertenecer a la especie humana. Porque de allí se esbozan las dos grandes finalidades ético-políticas del nuevo milenio: establecer una relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y concebir la Humanidad como comunidad planetaria. De esta forma apunta a que la educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra- Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.
7. A TODO ESTO: LATINOAMÉRICA NECESITA UNA EDUCACIÓN ESTRATÉGICA.
La lectura de lo estudiado hasta aquí permite aproximar comprensiones sobre el estado de la Educación Superior hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
La mirada inteligente de nuestro mundo, global, interconectado, permeable, un mundo que “presiona”, pero que en la misma medida también “ofrece”, donde conviven diferentes regiones, países, sociedades, culturas, organizaciones y personas en diferentes grados de desarrollo, obliga a repensar la Educación Superior en nuestras latitudes.
A considerar, por ejemplo, que lo que pasa en el primer mundo con respecto al tema impacta también en el nuestro y se torna inmediatamente en una referencia directa en relación a lo que debemos hacer con nuestra Educación Superior para no perder la oportunidad/ esperanza de seguir aportando al mejoramiento continuo de nuestras sociedades.
A reflexionar acerca de que precisamente esto es posible porque de alguna manera ya estamos pensando/ viviendo / sintiendo en y hacia la Sociedad de la Información.
Una sociedad cautivadora y desafiante, que sólo podremos aprovechar/ disfrutar si trabajamos desde y para una Educación Superior Estratégica.
Una educación que priorice/ privilegie a la “persona”, porque de lo contrario perdería su condición de “estratégica”.
Una educación que optimice los recursos disponibles, ¡y vaya que son muchos en nuestra región!, para convertir la información en conocimiento.
Ese conocimiento que necesitamos para trocar nuestras realidades de subdesarrollo en nuevas realidades, con más verdad/ libertad/ independencia/ interdepencia/ democracia/ participación/ república/ justicia/ honestidad/ responsabilidad/ tolerancia / solidaridad/ seguridad/ trabajo / oportunidades..., nuevas realidades en las que podamos vivir con dignidad.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
1. Aramayo, Zulma (2007). El uso de Internet en la Carrrera de Comunicaciones Sociales U.C.S. / 2004. Tesis de Maestría en educación. Disponible para consulta en sala de Biblioteca U.C.S. Campo Castañares.
2. Gairín, Joaquín en el “El profesor universitario en el siglo XXI”, en Monereo, Carles y Pozo, Juan Ignacio (Eds.) (2003). La universidad ante la nueva cultura educativa. Enseñar y aprender para la autonomía. Págs. 121 – 126.
3. La Declaración Mundial de la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción. Disponible en http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm. Consulta el 14-02-05.
4. Ginés Mora, José. En el artículo “La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento”. Revista Iberoamericana de Educación. N° 35. Disponible en http://www.campus_oei.org/revista/rie35.htm. Consulta: 08-12-04.
5. Aramayo Zulma. (2007). “Apuntes para entender la educación y la comunicación hacia la sociedad de la información y el conocimiento” . Disponible en http://www.ucasal.net/artesyciencias/carreras/materias/comunicacion_educativa/index.htm
6. Zabalza, Miguel A. (2002). La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas. Narcea. Madrid. Pág. 189.
7. Morín Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Nueva Visión. Buenos Aires. Argentina. Págs. 14–18
NOTAS.
[1] http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm. Consultado el 14-02-05
[2] Ver los “Apuntes para entender la Educación y la comunicación en..."Aramayo Zulma. (2007).
[3]Joaquín Gairín, “El profesor universitario en el siglo XXI”, en Monereo, Carles y Pozo, Juan Ignacio (Eds.) (2003). La universidad ante la nueva cultura educativa. Enseñar y aprender para la autonomía. Págs. 121 – 126.
[4] Ginés Mora, José. En el artículo “La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento”. Revista Iberoamericana de Educación. N° 35. Disponible en http://www.campus_oei.org/revista/rie35.htm. Consulta: 08-12-04.
[5]Bunk, G. P. (1994): «Teaching Competence in Initial and Continuing Vocational Training in the Federal Republic of Germany», en Vocational Training European Journal, 1, p. 9. (Citado por Ginés Mora, José).
[6] Zabalza, Miguel A. (2002). La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas. Narcea. Madrid. Pág. 189.
[7] Monereo, Carles y Pozo, Juan Ignacio. (2003). La universidad ante la nueva cultura educativa. Enseñar y aprender para la autonomía. Síntesis. Madrid. España. Págs. 25 – 30.
[8] Morín Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Nueva Visión. Buenos Aires. Argentina. Págs. 14–18.