Vistas a la página totales

24 de octubre de 2007

CONTINUACIÓN DE “EDUCACIÓN UN PRINCIPIO SIN FIN”.


MODALIDAD CIBER TALLER.

El análisis de la educación, puede encararse desde las perspectivas sociológica, biológica, psicológica y filosófica. Desde el ángulo sociológico, la educación es el proceso que aspira a preparar a las generaciones nuevas para reemplazar a las adultas, que se van retirando de las funciones activas de la vida social. Desde el punto de vista biopsicológico, la educación tiene por finalidad llevar al individuo a realizar su personalidad.
Podemos decir que educar es conducir lo que es hacia la plenitud de actualización y expansión, orientada en un sentido de aceptación social.
La educación es un proceso que tiende a capacitar al individuo, para actuar conscientemente frente a nuevas situaciones de la vida, aprovechando la experiencia anterior y teniendo en cuenta la integración, la continuidad y el progreso social.
LA EDUCACIÓN COMO AUTOSUPERACIÓN
La superación ha tenido prolongada aplicación en el campo educacional, especialmente en el aspecto competitivo, en que el alumno es inducido a superar a los demás, transformándolos en adversarios.
La superación bien entendida no debe consistir en vencer al colega, sino en vencerse a sí mismo.
De este modo la autosuperación lleva al educando a esforzarse para rendir el máximo, sin otra preocupación que no sea la de mejorar su propio rendimiento. Que cada uno, por lo tanto, produzca lo que más pueda y se esfuerce continuamente.
Cada individuo nace con un potencial propio de posibilidades biopsicosociales, que deben ser puestas de manifiesto por la educación a fin de analizarlas y aprovecharlas de la mejor manera para lograr una convivencia social en la cual cada miembro contribuya con lo mejor que posea.
La educación puede y debe mostrar al educando los valores de la vida social de interés general para la supervivencia y progreso de todos.
El ideal máximo, en este aspecto, es transformar la competición en colaboración.
El equilibrio es indispensable: nada de exageraciones individualistas que conducen a exaltaciones del egoísmo, nada de exageraciones socializantes, que lleven a diluir la voluntad personal en el grupo.
LA EDUCACIÓN COMO EXPANSIÓN Y AUTOLIMITACIÓN.
a) Expansión: tiende a actualizar las virtualidades del individuo en todos sus aspectos. La educación se propone hacer que el sujeto se realice lo más plenamente posible, biológica, psicológica y socialmente.
b) Autolimitación: aspira a que el educando se autolimite. Consiste en llevar al individuo a la comprensión de sus limitaciones. La autolimitacion es una toma de conciencia de las propias posibilidades, del medio y de las responsabilidades, del medio y de las responsabilidades de su actuación en el mismo. Educar es, limitar. La limitación, no debe sugerir una forma de imposición o violencia, sino de aceptación consciente de las posibles limitaciones personales, el individuo reconoce lo que debe y lo que no debe, lo que puede y lo que no puede practicar.
TIPOS DE EDUCACIÓN.
La educación es un proceso social, representado por todo y cualquier influencia sufrida por el individuo, capáz de modificar su comportamiento. En el campo de esas influencias, encontramos:
- HETEROEDUCACIÓN: cuando los estímulos que inciden sobre el individuo se manifiestan independientemente de su voluntad, sin la intención determinante del propio sujeto, esta a su vez, puede ser:
1- Educación inintencional o asistemática, cuando la modificación del comportamiento resulta de la influencia de las instituciones que no tienen esa intención específica, como la radio, la televisión, el cine, el teatro, los periódicos, el club, etc.
2- Educación intencional o sistemática, cuando obedece, al designio de influir en el comportamiento del individuo de una manera organizada, ocurre en organizaciones como: hogar, iglesia, escuela.
- AUTOEDUCACIÓN: se considera al hecho de que sea el propio individuo quien decide procurarse las influencias por la acción de perfeccionamiento y expansión de la personalidad, se lleva a cabo después que el individuo deja la escuela. En virtud de autoeducación el individuo pasa a ser maestro de sí mismo, se enseña a sí mismo mediante la reflexión, por el estudio personal o por la orientación propia.
El educando debe ser alentado para alcanzar su mayor rendimiento, sin comparaciones ni competiciones, en todo caso, comparándose con sí mismo, compitiendo consigo mismo.
EDUCACIÓN PERMANENTE.
Tiene por objeto la fusión de la educación sistemática proporcionada por la escuela con la autoeducación, en un proceso contínuo, que tiende a una permanente actualización y a un permanente esfuerzo de superación personal.
Debe ser considerada en términos de:
- Reorientación de los estudios para jóvenes y adultos
- Adaptación de conocimientos adquiridos a nuevas actividades profesionales.
- Complementación de los estudios en todos los niveles de enseñanza.
- Especialización en todas las áreas.
- Divulgación de problemas de actualidad, de carácter político, económico, social, científico, etc.
- Acercamiento de los padres e hijos y de generaciones diferentes, en busca de mayor entendimiento y de una mutua cooperación.
- Interrelación de las diversas áreas de estudio, para evitar la formación de mentalidades “estrechas y limitadas”.
- Perfeccionamiento de la mano de obra activa, técnico y humanístico.
- Divulgación de las nuevas ideas en todos los sectores de la cultura.
- Actualización constante de la docencia en todos los niveles de enseñanza.
EDUCACIÓN Y DESARROLLO.
Educación para el consumo: destinada a hacer del educando, un buen consumidor de elementos y técnicas de confort, cultura y buen gusto.
Educación para la producción: producción de bienes, que son los que aseguran la supervivencia, el desarrollo y el enriquecimiento de las comunidades. Está más orientada hacia la formación científica, técnica y profesional; aunque se orienta también hacia el consumo.
Después de la segunda guerra mundial, los países que habían quedado en ruinas, su factor principal de recuperación y desarrollo fue la educación, pero la educación para la producción, centrada en la preparación científica y técnico-profesional de los educandos.
La educación pasa a adoptar, cada vez en mayor grado, un carácter decididamente técnico-profesional, para actuar como elemento indispensable en el desenvolvimiento económico-social de las comunidades. Tiene el fin de promover:
- El descubrimiento y desenvolvimiento de las capacidades y aptitudes.
- El estudio de las realidades y necesidades comunitarias, regionales y nacionales.
- Orientación de los individuos hacia las actividades profesionales.
- Desarrollo del campo de investigaciones científicas y técnicas.
- La preparación de cada individuo para que pueda ser eficiente productor y consciente consumidor de riquezas.
FINES DE LA EDUCACIÓN.
La responsabilidad educativa de la escuela depende del reconocimiento de los objetivos de la educación. Ellos indican el rumbo y los puntos de llegada deseados. Si no existieran los objetivos, la acción de la escuela no sería más que una mera sucesión de clases o prácticas docentes.
Los objetivos de la educación son los que dan, en los distintos niveles de la enseñanza, la unidad y el sentido a la multiplicidad del trabajo escolar.
Todo director de escuela, antes de asumir sus funciones, debería interiorizarse de las finalidades, a fin de saber que sentido dar a la acción escolar y como evaluar sus resultados. Lo mismo puede decirse del docente.
Los fines de la educación, en su enfoque más amplio, pueden ser expresados en un triple sentido: social, individual y trascendental.
1- EN SENTIDO SOCIAL:
Preparar las nuevas generaciones para recibir, conservar y enriquecer la herencia cultural del grupo.
Preparar los procesos de subsistencia y organización de los grupos humanos, teniendo en vista nuevas exigencias sociales, derivadas del crecimiento demográfico y de los nuevos conocimientos.
Promover el desenvolvimiento económico y social, disminuyendo los privilegios y proporcionando los beneficios de la civilización al mayor número posible de individuos.
2- EN SENTIDO INDIVIDUAL:
Proporcionar una adecuada atención a cada individuo, según sus posibilidades.
Inculcar al individuo sentimientos de grupo.
3- EN SENTIDO TRASCENDENTAL:
Orientar al individuo hacia la aprehensión del sentido estético y poético de las cosas.
Llevarlo, además, a tomar conciencia y a reflexionar sobre los grandes problemas y misterios de las cosas, de la vida y del cosmos.
OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN.
1- ATENCIÓN A TODOS LOS INDIVIDUOS: destinada a todos por razones humanas y sociales. Humanas, a fin de lograr una mejor formación del individuo para comprenderse a sí mismo y a la realidad que lo rodea para su adecuada integración en ella. Sociales, para una mejor preparación de los ciudadanos y profesionales de modo que puedan atender con eficacia las exigencias de orden, cooperación, justicia y desarrollo social.
2- DESARROLLO FISICO Y PRESERVACIÓN DE LA SALUD: es indispensable enseñar a los educandos a conservar la salud.
No resulta difícil inculcarle al estudiante ciertos preceptos de higiene y de salud. En la formación de una mentalidad de la higiene en el educando, deben tomar parte activa las cátedras de Educación Física, Ciencias Naturales, Geografía. Esto no quiere decir que las demás disciplinas no deban contribuir en esto que es fundamental, para el individuo y para la nación.
Deben ser tenidas en cuenta las siguientes campañas:
· Campaña de buena dentadura.
· Campaña de los ojos.
· Campaña de higiene corporal.
· Campaña de alimentación.
Además la escuela debería procurar el desenvolvimiento de técnicas, prácticas y sugestiones que lleve a los educandos a sentir la necesidad de reforestación.
3- INTEGRACIÓN SOCIAL: esto debe ser tomado y procurado, por todos los grados de enseñanza. La Geografía, revelando las condiciones, posibilidades y riquezas del medio; la historia, mostrando la formación de la comunidad junto con las figuras del pasado y del presente que contribuyen a formularla; el canto coral, presentando las canciones populares que expresan el folklore local.
4- SOCIALIZACIÓN: es preciso hacerle sentir al alumno que es miembro de un todo, del cual forma parte y con el cual debe articularse. Para alcanzar estos logros, la escuela debe desarrollar en él la capacidad de colaboración.
Los valores morales, culturales y sociales, como así también los cívicos, no deben ser solamente enunciados. Deben ser, principalmente, vividos. La escuela, debe estimular trabajos en grupo, para que el educando aprenda a convivir con sus colegas.
El estudiante necesita llegar a sentir y a comprender que los esfuerzos en las realizaciones sociales sólo llegan a buen término si se consiguen la cooperación y la solidaridad de todos, o mejor aún, si se logra la subordinación de lo individual a los objetivos del bien común.
En otras palabras, integrar es llevar al individuo a identificarse con los intereses de determinado grupo; socializar es crear disposiciones y actitudes de colaboración con sus semejantes de cualquier grupo, reconociendo que los problemas sociales tienen un denominador común que exige la participación de todos para su solución.
5 – FORMACIÓN CÍVICA Y FORTALECIMIENTO DE LA CONCIENCIA NACIONAL.
El problema de la conciencia nacional, debe merecer atención especial de todas las instituciones nacionales. Algunas actividades escolares que podrían fortalecer la conciencia nacional de modo que las mismas contribuyan a la afirmación de la unidad patria:
- estudio de la formación histórica de la patria, apelando, siempre que sea posible, a la dramatización, para asegurarse mejor la emotividad del educando.
- Estudio de las condiciones mesológicas y económicas de cada zona y su importancia para la comunidad nacional.
- Representaciones folklóricas que tengan como base la contribución de las diversas zonas del país.
- Exposiciones en las cuales puedan ser apreciados los productos y otras muestras representativas de cada zona.
- Etc.
6 – FORMACIÓN DE UNA CULTURA GENERAL.
Se trata de una cultural general que lleve a la comprensión de la cultura cristiana. Esta cultura general hará que el individuo se sienta, en cierto modo “ciudadano del mundo”, de esta manera obtendrá las formas de vida y manifestaciones culturales de otros pueblos. Contribuirá, así, a que haya mayor tolerancia para con otros pueblos, otras costumbres y otros valores. El educando a través de la cultura general, podrá valorar la evolución y el esfuerzo del progreso humano y asimismo, podrá situarse en el escenario universal desarrollando un sentimiento de simpatía hacia toda la humanidad.
7 – TRANSMISIÓN DE LAS TÉCNICAS FUNDAMENTALES PARA LA FORMACIÓN DEL ESPIRITU DE INVESTIGACIÓN.
La escuela tiene el deber de suministrar al educando, desde el nivel primario, el conjunto de elementos técnicos fundamentales, capaces de posibilitar adecuada preparación profesional frente a las exigencias de desarrollo tecnológico en todos los sectores de la actividad.
8 – OPORTUNIDADES DE MANIFESTACIÓN Y DESENVOLVIMIENTO DE LAS PECULIARIDADES INDIVIDUALES PARA LOGRAR EL PLENO DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.
Es este uno de los aspectos mediante el cual puede ser encarada la libertad en una democracia, esto es, dar oportunidad de realización de las virtualidades del individuo. Visto desde otro ángulo, puede decirse que este objetivo debe conducir hacia la orientación profesional, que debe ser una preocupación constante de todos los niveles enseñanza.
9 – PARTICIPACIÓN EN LA VIDA SOCIAL, MEDIANTE EL EJERCICIO DE UNA PROFESIÓN.
Socialmente, el hombre se realiza a través de la posición política, por la vía del casamiento y mediante la profesión. La escuela no puede permanecer ajena al problema de la orientación profesional; de ahí la necesidad que ella tiene de propiciar la manifestación de las diferencias individuales, de modo que se suministre al educando, en la época mas oportuna, un consejo sobre que estudios le son convenientes o en que profesión tendrá probabilidades de éxito.
10 - FORMACIÓN ECONÓMICA.
La formación económica, puede ser apreciada desde una doble perspectiva: la que presenta el ángulo de las ganancias y pérdidas individuales y la que ofrece el estudio de las posibilidades económicas del medio con nociones de economía política.
11 – FORMACIÓN ESTÉTICA.
La escuela debería pensar en la educación estética del educando, a través de recursos artificiales y naturales. Los recursos artificiales pueden ser representados por los cuidados y arreglos de las salas de clases, de los corredores, de los patios y de las salas de fiestas.
Los recursos naturales son los que proporciona la naturaleza y están representados por sus colores y formas.
12 – DESARROLLO DEL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD.
El mejor camino para la maduración del sentido de la responsabilidad, es el ejercicio de actividades que exijan responsabilidad que la escuela esta en condiciones de proporcionar. Tanto las actividades extraclase como las organizaciones dirigidas por los propios alumnos sirven a estos objetivos, ya que de ellos depende, en ultima instancia, la vida y el desenvolvimiento de las mismas.
13 – DESARROLLO DEL ESPIRITU DE INICIATIVA.
Para desenvolver la iniciativa individual es indispensable un ambiente adecuado. Un ambiente de presión, de coacción, de autoritarismo y de falta de respeto hacia la personalidad, no es el más indicado para el desenvolvimiento del espíritu de iniciativa.
Tomar la iniciativa o tener iniciativa, requiere condiciones propias como el trato de igual a igual, el reconocimiento del derecho ajeno y otras que den oportunidad de expresión individual.
14 – APROVECHAMIENTO DEL TIEMPO LIBRE.
La máquina va sustituyendo al hombre en la realización de las diversas tareas y, consecuentemente, las horas de trabajo tienden a disminuir, mas aún hacia el futuro, lo cual estimula la preocupación de las escuelas sobre cómo enriquecer ese tiempo libre, por ejemplo a través de distintos talleres: música, deportes, estudios científicos, cultivo de la tierra, entre otras cosas.
15 – FORMACIÓN POLÍTICA.
Una de las grandes obligaciones de la escuela, es la de preparar políticamente al adolescente para que sea, en el futuro, un elector consciente. Formar una conciencia política, fomentar las responsabilidades del ejercicio del derecho de elegir o votar, es una de las tareas mas fecundas de la enseñanza media. No es que la escuela deba tomar partido por una determina posición política. Es necesario, destacar el valor del derecho electoral, mostrar que no es patriótico ni moral votar por intereses personales, o elegir negligentemente, ha pedido de amigos. Por el contrario, debe votarse a conciencia, siempre hacia el bien común.
16 – FORMACIÓN DEMOCRÁTICA.
La formación democrática, habilita al individuo para vivir en sociedad, respetando los derechos ajenos y dispuesto a hacer valer los propios cuando sea necesario; todo ello dentro de la línea democrática. El ciudadano democrático actúa responsablemente teniendo en vista tanto a su persona como a la colectividad. Es el que se siente capaz e independiente, pero con todo, esta dispuesto a la cooperación con sus semejantes, sin olvidar el bien común.
17 – PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO.
La preparación para el matrimonio sobreentiende adecuada orientación sexual que lo mismo podría ser llevada a cabo por el hogar o por la escuela. Promover no solo charlas y debates sobre el matrimonio y la educación sexual, sino también engalanar la escuela promoviendo campañas de divulgación con carteles alusivos al asunto, focalizando aspectos sanos del amor y enalteciendo la nobleza del casamiento y los deberes de los cónyuges para con la sociedad y con la prole.
18 – DESARROLLO DEL ESPÍRITU CREADOR.
Favorecer el desenvolvimiento del espíritu creador, del que tanto depende el desarrollo pleno de la personalidad del educando y de todas las actividades sociales.
19 – DESARROLLO DEL ESPIRITU CRÍTICO.
Si se consigue crear un espíritu crítico, gran parte del objetivo de la educación se habrá cumplido. Todo disciplina que pueda desarrollar el espíritu crítico, puede ofrecer motivos de reflexión y de comparación en lo que atañe a aspectos contradictorios, considerados de valor y de aplicación práctica y a cuestiones relacionadas con realidades sociales, humanas y físicas.
20 – ENSEÑAR A ESTUDIAR.
Enseñar a estudiar representa, pues, la posibilidad de que el individuo enfrente mejor un mundo sometido a las constantes y profundas transformaciones.
21 – FORMACIÓN DE LA MENTALIDAD CIENTÍFICA.
Consiste en convencer de la validez del principio de causa-efecto, es decir, que de todo lo que ocurre en el mundo físico, social o mental, tiene una causa y esto porque nada se produce por mera casualidad. La relación causa-efecto, puede inducir al hombre a tener más confianza en sí mismo y en la vida.
22 – LLEVAR A TENER MÁS CONFIANZA EN SÍ MISMO.
Es preciso llevar al individuo a experimentar con su acción sobre los acontecimientos, haciendo proyectos y ejecutándolos. De esa forma, el sujeto se animará a tomar iniciativas y a realizar empresas y ganará confianza en sí mismo.
23 – FORMACIÓN MORAL Y RELIGIOSA.
La formación moral debe ser fruto, principalmente, del ejemplo continuado y de la coherencia. Así, dicha formación no debe ser fruto de sermones o de consejos, sino de buenos y continuos ejemplos, de coherencia, de respeto, y de debates amplios y sinceros sobre los asuntos morales que preocupan al educando. La formación religiosa, debe llevarse a cabo paralelamente con la formación moral. El profesor podría colaborar en la formación religiosa de los mismos aprovechando, en primer lugar, los incidentes reales de la vida cotidiana. Al mismo tiempo que iría inculcando respeto por las convicciones religiosas de los demás.
24 – EL RESPETO POR EL PRÓJIMO.
Este es, quizás el máximo objetivo; desarrollar en el individuo un profundo y sincero respeto por el prójimo en todas las condiciones y en todas las circunstancias. Con criaturas humanas que respeten y cooperen, prácticamente todos los problemas son superables, pero con el hombre que ataca a sus semejantes, en una actitud que denota una flagrante falta de respeto, no habrá conquistas tecnológicas capaces de proporcionarle paz y felicidad.
LA EDUCACIÓN, LA SOCIEDAD Y EL HOMBRE
Somos educandos, en cuanto sufrimos influencias de otros y somos educadores en cuanto ejercemos esa influencia.
Como siempre estamos sufriendo y ejerciendo influencia, podemos decir que todos somos, simultáneamente educandos y educadores durante la vida entera. La educación es un proceso general que envuelve a la sociedad y el hombre. Es la preocupación de todas las colectividades desde la supervivencia de la vida social, su continuidad, estabilidad, y progreso dependen fundamentalmente de ella.
Una sociedad que no progresa, cae fatalmente en la ruina y esta se encarga de hacerla retroceder o desaparecer.
Surge, aquí, otra tarea para la educación: el progreso social.
Consultar a Imídeo Nérici en su concepción amplia sobre Educación lleva a pensarla como un principio sin fin.
La complejidad de la educación se corresponde con la complejidad de la comunicación.
En Comunicación Educativa una comprensión profunda de la educación contribuye a redescubrir espacios de problematización, investigación e intervención profesional.

Reseñas y reflexiones sobre un texto de Imídeo Nérici (1969). Hacia una didáctica general dinámica. kapeluz. Buenos Aires. Argentina.
Por RAÚL GUTIÉRREZ (raul_bersuit@hotmail.com) para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIÓNEDUCATIVA.

SOBRE “EL ROBO DE LA PALABRA COMUNICACIÓN Y SU PROCESO DE TRAVESTIZACIÓN”.

MODALIDAD CIBER TALLER.

El texto, obra de Roberto Aparici, me resultó bastante interesante y al mismo tiempo bastante crítico.
Digo esto por lo siguiente, el título “el robo de la palabra comunicación y su proceso de travestización”, a través del cual analizó los distintos significados que a lo largo del tiempo se le fue asignando al término “comunicación”, enfatiza y remarca que la “comunicación implica diálogo, una forma de relación que pone a dos o más personas en un proceso de interacción y transformación contínua, a lo que agrega que el poder ha disfrazado, metamorfoseado, travestizado el significado de esta palabra (comunicación), utilizando algunos “sinónimos” como : dar a conocer, informar o transmitir.
A lo largo del texto Aparici, hace una clara diferenciación entre los términos informar y comunicar, con la cual coincido, por los conceptos que propone.
El proceso informacional, se caracteriza por la transmisión de datos.
Los medios de comunicación, se caracterizan por producir y transmitir datos de todo tipo y cuyo objetivo principal es vender audiencias a diferentes entidades, privadas o públicas, con el fin del consumo y justamente, argumenta que la retroalimentación se da al momento de tal consumo.
También aborda el tema de la manipulación y se refiere a ella dejando claramente expresado, que tal término no tiene ninguna relación con el concepto de comunicar, acotando que de ninguna manera, comunicar significa el sometimiento de una parte sobre otra. Pues la manipulación utiliza técnicas ocultas para convencer y someter a otro.
Roberto Aparici, habla de dos modelos de comunicación, por un lado: el modelo FUNCIONALISTA, basado en la existencia de un emisor que transmite mensajes a un receptor, en tal proceso no existe una retroalimentación.
Por otra parte habla del modelo EMIREC, donde existe una relación de igual a igual, entre todos los participantes del proceso –emisor-receptor/receptor-emisor.
Siguiendo con tales modelos, acota y deja bien clara su posición: donde haya una jerarquización y no implique a dos o más personas con el mismo nivel de poder, de tratamiento, no es comunicación. Es un acto autoritario inconsciente, pero autoritario al fin.
Es decir, se establece comunicación, cuando entre los actores hay retroalimentación y estos son pares.
Para concluir, Roberto Aparici, deja una conclusión en la cual se habla de la opinión publica, y comenta que ella, esta volviendo a ocupar el lugar que en algún momento perdió, los receptores están dejando de ser mudos y pasan a ser elementos de decisiones y cambios.
En resumen, a criterio personal, Roberto Aparici, es crítico de un medio, que puede resultar no ser libre y su control estar en manos del poder político, económico, etc. Que por una parte es democrático, pero por otra es autoritario, pues hay cierta imposición que no permite la opción, ni la respuesta, así también, es optimista al momento de decir que la opinión pública se está haciendo escuchar y que poco a poco se está estableciendo como elemento de decisión y cambio.

RESEÑAS Y REFLEXIONES SOBRE UN TEXTO DE ROBERTO APARICI “EL ROBO DE LA PALABRA COMUNICACIÓN Y SU PROCESO DE TRAVESTIZACIÓN”.
POR RAÚL GUTIÉRREZ PARA ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIÓNEDUCATIVA.

19 de octubre de 2007

La Importancia de la Comunicación en la Educación.


MODALIDAD "CIBER - TALLER".

El concepto de hombre lo define como un ser racional y sociable.
El hombre necesita del otro para desarrollarse y crecer como persona e intelectualmente.
El ser humano mediante la educación aprende a gestar ideas, aprende a conocer el mundo, a interpretarlo, etc.
Para comenzar a abordar un tema tan complejo y tan necesario como lo es la comunicación en el ámbito educativo, es necesario remontarse a las primeras concepciones que emergieron a lo largo de la historia.
La primera concepción radicó en la comunicación como control, el aula funcionaba bien cuando todo estaba sujeto a la mirada del docente, quien era el protagonista, los alumnos eran simples receptores del mensaje.
Otra concepción, ya dejaba entrever la necesidad de saberse comunicar con el otro mediante técnicas: cómo pararse bien, impostar la voz, etc. El docente se convertía en el maestro-actor, los ojos estaban centrados en el protagonista que ocupaba toda la escena.
El avance de la tecnología abre camino a una tercera tendencia, la del educador como tecnólogo. Este se basa en el esquema emisor- mensaje- receptor.
Esta nueva propuesta se centra en el emisor y tiene como modelo a los grandes medios de difusión masiva y a la publicidad y propaganda.
Esto significa que todo lo puede prever y controlar el emisor-educador.
Se presentan instrumentos para concebir lo comunicacional en el terreno educativo, los medios audiovisuales, su buena utilización aporta dinamismo a las clases, capta la atención de los alumnos.
Pero invertir en tecnología es muy costoso y no siempre la compra va acompañada de la capacitación pertinente para sacar el mayor provecho al medio.
Si bien se ha recorrido con celeridad las distintas concepciones de la importancia de la comunicación en la educación, la educación no solo se limita a la emisión de un mensaje por parte de un profesor, valiéndose de un código y dirigido a los alumnos. Sino que la posibilidad de aprender va mas allá de transmitir meros conceptos, pues la buena comunicación es necesaria y debe transformar la educación.
En el terreno de la educación, construir es construirse.
Uno aprende cuando se construye a sí mismo y para lograrlo necesita del factor comunicacional, que es mucho mas profundo que los recursos de control, de la celebración del autor, etc.
Pues, la comunicación nos permite relacionarnos con nuestro propio ser, con nuestro pasado, con el otro.
Esa es la comunicación de fundamento.
Si la educación contribuye a la humanización, mediante el lenguaje articulado, mediante una mirada, una caricia, etc., llegamos a que el hecho educativo sea esencialmente comunicacional, ya que somos seres en relación, siempre entre y con los otros.

Sobre La Pedagogía y sus Funciones

· La pedagogía se ocupa del sentido de la tarea de educar a seres que requieren de apoyo de los docentes en particular y de la institución toda, frente a las acechanzas del abandono, del sinsentido y de una incertidumbre descontrolada.
· Los esquemas de exclusión y de paternalismo son ambos una forma de sinsentido, porque o provocan deserción o conducen a un juego de complicidades destinadas a deteriorar los procesos de aprendizaje. El acompañamiento significa una aproximación a lo que alguien trae consigo para apoyarlo en la apropiación del conocimiento y en la construcción de si mismo.
· Caemos en el sinsentido cuando un educador y una institución no fomentan la seguridad, la autoafirmación, cuando lanzan hacia el futuro a seres sin fomentar en ellos la seguridad ni la autoafirmación.
· A los educadores- y a la institución toda- cabe la responsabilidad de la mediación pedagógica para hacer vivir a los estudiantes el aprendizaje, es decir, la tarea de construirse y de apropiarse del mundo y de sí mismo, sin invadir y sin abandonar, para que en la vida sean capaces de continuar aprendiendo.

Propuestas metodológicas:

Inter aprendizaje: el cual impulsa la acción y reacción.

Puentes: permiten avanzar desde lo que uno es a lo que puede ser, desde la experiencia propia a la ajena, desde las significaciones cristalizadas, a la crítica y la construcción de nuevas alternativas.
La Personalización: importancia a la relación entre personas.

La Comunicación: los educadores son seres en comunicación, su función es estar siempre “frente a” y “entre otros”.

La Expresión: fruto del hecho educativo.

Lo Propio: construir la propia obra, construirse a través de ella.

· La educación necesita avanzar en una coherencia entre sus postulados y la manera en que suceden las cosas en el aula. No se puede predicar modos distintos de llevar la enseñanza y el aprendizaje para mantener distancias y formas cristalizadas de traspaso de información.

En educación se habla, en repetidas oportunidades, de “sentido” y “sinsentido”.

En el ámbito de la educación, se caracteriza como “con sentido” todo lo que sostiene a un ser humano en su crecimiento y en su logro como educador, todo lo que enriquece la promoción y el acompañamiento del aprendizaje, lo que enriquece la gestión de la institución educativa para cumplir con sus funciones, todo lo que enriquece el uso de medios y la práctica discursiva en función del aprendizaje.

Todos los miembros e instrumentos que contribuyen a la comunicación educativa cuentan con esta dualidad, del sentido y sinsentido.

Se puede analizar dicha dualidad a partir de: educador, estudiante, institución, medios y discurso institucional.

Educador:
- Sentido: radica en el logro personal, sentirse alguien inmerso en el hecho comunicativo, acompañar y promover el aprendizaje.
_ El sinsentido: conduce al desgaste, frustraciones, de las penurias económicas, etc.

Estudiante:
_ Sentido: autoafirmación y la construcción de si mismo, desarrollo de la propia expresión, capacidad de interactuar y comunicarse.
_ Su antitesis, el sinsentido acecha a través de exigencias de aprendizaje carentes de significación, queda librado a la propia suerte para resolver exigencias de la institución y docentes.

Discurso y medios:
_ Sentido: comunicabilidad, la capacidad de la interlocución, el goce ligado al aprendizaje, son los puentes entre lo sentido y sabido por lo que sentir y saber.
_ El sinsentido acecha mediante la fragmentación constante, falta de interconexión entre los materiales, incapacidad de construir el propio texto, etc.

Para Comprender la Comunicación en la Educación

Los autores Francisco Gutiérrez y Mario Kaplun, hablan de la comunicación en la educación. Decir “en la educación” nos sitúa de lleno en el espacio de toda la educación sin pretender reducirla a lo comunicacional.

Seres de Comunicación
Lo peor que le puede ocurrir a un educador es tener problemas de comunicación, no tolerar la relación con el otro, considerar su tarea cotidiana como un castigo debido a esa necesidad permanente de interactuar, de exponerse a las miradas, las voces, etc.

Comunicar
Es un concepto muy extenso y abarcativo, comunicar es: ejercer la calidad del ser humano, expresarse, interactuar, relacionarse, proyectarse, afirmarse en el propio ser, abrirse al mundo, etc.

Comunicación como sufrimiento
No es lo mismo un ser de comunicación que un ser que sufre la comunicación.
La comunicación es el centro de toda arquitectura del acto educativo.
Si ella falta, o se llena de nichos el edificio cruje por todos los rincones.

En cuanto a la comunicación según su función se puede hablar de:

Ataque / defensa: lo cual conduce a una tensión permanente, desconfianza, etc.

Traspaso de contenidos: comunicación especular, vacía de vida y de sentido.

Populismo pedagógico: nos divertimos mucho pero no aprendemos nada.

El showman, el hombre-docente espectáculo: comunicación ligada a la capacidad de impactar y de reducir el espacio del aula a una dramatización o a una comedia.

Tecnología salvadora: todo pasa por el retroproyector o por los programas de video o por alguna grabación en audio, etc.

Sobre la entropía comunicacional en la educación
La entropía comunicacional, entendida como perdida de la comunicación, pérdida de la energía en la comunicación o incluso muerte de la misma puede cundir por los llamados “muros”:

El muro de la violencia: no hay comunicabilidad posible en la violencia. Aquí es importante distinguir todos las formas de violencia.

El muro del autoritarismo: hay que tener en cuenta que el autoritarismo no corresponde sólo a un sistema, sino también a seres en el cuadro de personalidad autoritaria.

El muro de la fatiga: hace falta fuerzas, renovadas energías para mantener la “preciosa tensión de comunicabilidad en el aula”, el muro de la fatiga es una gran síntoma de que algo anda muy mal ¡!!.

El muro del desaliento. El desaliento tiene causas sociales, pero también individuales, a veces viene confundido con enfermedades, con la ausencia de voluntad para seguir adelante, está muy relacionado con los muros de la fatiga y del discurso institucional.

El muro del discurso institucional: cuando el discurso institucional no acompaña la comunicabilidad en todos sus frentes porque no fomenta la autonomía, la libertad, el respeto de todos en la discusión para el consenso, la democracia, lo mismo cuando el discurso intitucional aparece teñido de "dobles discursos".

Reseñas y reflexiones sobre un texto de Prieto Castillo (1999). La Comunicación en la Educación. Ed. Ciccus. La Crujía. Buenos Aires.
De JULIETA PEDROSO (julietapedroso@gmail.com) para ZULMAARAMAYOENCOMUNICACIONEDUCATIVA.

8 de octubre de 2007

APUNTES PARA COMPRENDER LA EDUCACIÓN SUPERIOR HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO. PARTE I.

1. LA DECLARACIÓN MUNDIAL SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL SIGLO XXI: VISIÓN Y ACCIÓN.
La Declaración Mundial de la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción[1], Aprobada por la Conferencia Mundial Sobre la Educación Superior Celebrada por la UNESCO el 9 de octubre de 1998, en París, presenta en su Preámbulo expresiones que denotan y connotan el reconocimiento del cambio y la necesidad de adecuarse a los nuevos tiempos, tales como:
“En los albores del nuevo siglo, se observan una demanda de educación superior sin precedentes, acompañada de una gran diversificación de la misma, y una mayor toma de conciencia de la importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo sociocultural y económico y para la construcción del futuro, de cara al cual las nuevas generaciones deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales.”
“La educación superior se enfrenta en todas partes a desafíos y dificultades relativos a la financiación, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios y en el transcurso de los mismos, una mejor capacitación del personal, la formación basada en las competencias, la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios, la pertinencia de los planes de estudios, las posibilidades de empleo de los diplomados, el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios que reporta la cooperación internacional.”
“La educación superior debe hacer frente a la vez a los retos que suponen las nuevas oportunidades que abren las tecnologías, que mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el saber y de acceder al mismo. Deberá garantizarse un acceso equitativo a estas tecnologías en todos los niveles de los sistemas de enseñanza.”
“Si carece de instituciones de educación superior e investigación adecuadas que formen a una masa crítica de personas cualificadas y cultas, ningún país podrá garantizar un auténtico desarrollo endógeno y sostenible; los países en desarrollo y los países pobres, en particular, no podrán acortar la distancia que los separa de los países desarrollados industrializados. El intercambio de conocimientos, la cooperación internacional y las nuevas tecnologías pueden brindar nuevas oportunidades de reducir esta disparidad.”
“...dado que tiene que hacer frente a imponentes desafíos, la propia educación superior ha de emprender la transformación y la renovación más radicales que jamás haya tenido por delante, de forma que la sociedad contemporánea, que en la actualidad vive una profunda crisis de valores, pueda trascender las consideraciones meramente económicas y asumir dimensiones de moralidad y espiritualidad más arraigadas.”
Para lo cual en la Parte de “Forjar Una Nueva Visión De La Educación Superior”, el Artículo 7:“Reforzar la cooperación con el mundo del trabajo y el análisis y la previsión de las necesidades de la sociedad”. Inciso d), recomienda:
“Aprender a emprender y fomentar el espíritu de iniciativa deben convertirse en importantes preocupaciones de la educación superior, a fin de facilitar las posibilidades de empleo de los diplomados, que cada vez estarán más llamados a crear puestos de trabajo y no a limitarse a buscarlos. Las instituciones de educación superior deberían brindar a los estudiantes la posibilidad de desarrollar plenamente sus propias capacidades con sentido de la responsabilidad social, educándolos para que tengan una participación activa en la sociedad democrática y promuevan los cambios que propiciarán la igualdad y la justicia”.
Cuestión que evidentemente sería imposible, de persistir en la educación la vigencia de paradigmas tradicionales identificados por Bordenave y Kaplún en el “Modelo que pone énfasis en los contenidos” y en el “Modelo que pone énfasis en los efectos”, y por Gimeno Sacristán y Pérez Gómez en el marco de las “Teorías Asociacionistas”.[2]
Es así que la Declaración Mundial de la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, en el Artículo 9. sobre “Métodos educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad”, advierte que:
a) En un mundo en rápido cambio, se percibe la necesidad de una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza superior, que debería estar centrado en el estudiante, lo cual exige, en la mayor parte de los países, reformas en profundidad y una política de ampliación del acceso, para acoger a categorías de personas cada vez más diversas, así como una renovación de los contenidos, métodos, prácticas y medios de transmisión del saber, que han de basarse en nuevos tipos de vínculos y de colaboración con la comunidad y con los más amplios sectores de la sociedad.
b) Las instituciones de educación superior deben formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas de la sociedad, buscar soluciones para los que se planteen en la sociedad, aplicar éstas y asumir responsabilidades sociales.
c) Para alcanzar estos objetivos, puede ser necesario reformular los planes de estudio y utilizar métodos nuevos y adecuados que permitan superar el mero dominio cognitivo de las disciplinas; se debería facilitar el acceso a nuevos planteamientos pedagógicos y didácticos y fomentarlos para propiciar la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales, en los que la creatividad exige combinar el saber teórico y práctico tradicional o local con la ciencia y la tecnología de vanguardia. Esta reestructuración de los planes de estudio debería tomar en consideración las cuestiones relacionadas con las diferencias entre hombres y mujeres, así como el contexto cultural, histórico y económico, propio de cada país. La enseñanza de las normas relativas a los derechos humanos y la educación sobre las necesidades de las comunidades del mundo entero deberían quedar reflejadas en los planes de estudio de todas las disciplinas, especialmente las que preparan para las actividades empresariales. El personal académico debería desempeñar una función decisiva en la definición de los planes de estudio.
d) Los nuevos métodos pedagógicos también supondrán nuevos materiales didácticos. Estos deberán estar asociados a nuevos métodos de examen, que pongan a prueba no sólo la memoria sino también las facultades de comprensión, la aptitud para las labores prácticas y la creatividad.
En tanto que en su Artículo 10, sobre “El personal y los estudiantes, principales protagonistas de la educación superior”, inciso a), expresa:
“Un elemento esencial para las instituciones de enseñanza superior es una enérgica política de formación del personal. Se deberían establecer directrices claras sobre los docentes de la educación superior, que deberían ocuparse sobre todo, hoy en día, de enseñar a sus alumnos a aprender y a tomar iniciativas, y no a ser, únicamente, pozos de ciencia. Deberían tomarse medidas adecuadas en materia de investigación, así como de actualización y mejora de sus competencias pedagógicas mediante programas adecuados de formación del personal, que estimulen la innovación permanente en los planes de estudio y los métodos de enseñanza y aprendizaje, y que aseguren condiciones profesionales y financieras apropiadas a los docentes a fin de garantizar la excelencia de la investigación y la enseñanza, y en las que queden reflejadas las disposiciones de la Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1997.”
Y el Artículo 12. específicamente sobre “El potencial y los desafíos de la tecnología”, declara que:
“Los rápidos progresos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación seguirán modificando la forma de elaboración, adquisición y transmisión de los conocimientos. También es importante señalar que las nuevas tecnologías brindan posibilidades de renovar el contenido de los cursos y los métodos pedagógicos, y de ampliar el acceso a la educación superior. No hay que olvidar, sin embargo, que la nueva tecnología de la información no hace que los docentes dejen de ser indispensables, sino que modifica su papel en relación con el proceso de aprendizaje, y que el diálogo permanente que transforma la información en conocimiento y comprensión pasa a ser fundamental. Los establecimientos de educación superior han de dar el ejemplo en materia de aprovechamiento de las ventajas y el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, velando por la calidad y manteniendo niveles elevados en las prácticas y los resultados de la educación, con un espíritu de apertura, equidad y cooperación internacional, por los siguientes medios”. Así sus incisos expresan:
a) constituir redes, realizar transferencias tecnológicas, formar recursos humanos, elaborar material didáctico e intercambiar las experiencias de aplicación de estas tecnologías a la enseñanza, la formación y la investigación, permitiendo así a todos el acceso al saber;
b) crear nuevos entornos pedagógicos, que van desde los servicios de educación a distancia hasta los establecimientos y sistemas "virtuales" de enseñanza superior, capaces de salvar las distancias y establecer sistemas de educación de alta calidad, favoreciendo así el progreso social y económico y la democratización así como otras prioridades sociales importantes; empero, han de asegurarse de que el funcionamiento de estos complejos educativos virtuales, creados a partir de redes regionales continentales o globales, tenga lugar en un contexto respetuoso de las identidades culturales y sociales;
c) aprovechar plenamente las tecnologías de la información y la comunicación con fines educativos, esforzándose al mismo tiempo por corregir las graves desigualdades existentes entre los países, así como en el interior de éstos en lo que respecta al acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y a la producción de los correspondientes recursos;
d) adaptar estas nuevas tecnologías a las necesidades nacionales y locales, velando por que los sistemas técnicos, educativos, institucionales y de gestión las apoyen;
e) facilitar, gracias a la cooperación internacional, la determinación de los objetivos e intereses de todos los países, especialmente de los países en desarrollo, el acceso equitativo a las infraestructuras en este campo y su fortalecimiento y la difusión de estas tecnologías en toda la sociedad;
f) seguir de cerca la evolución de la sociedad del conocimiento a fin de garantizar el mantenimiento de un nivel alto de calidad y de reglas de acceso equitativas;
g) teniendo en cuentas las nuevas posibilidades abiertas por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, es importante observar que ante todo son los establecimientos de educación superior los que utilizan esas tecnologías para modernizar su trabajo en lugar de que éstas transformen a establecimientos reales en entidades virtuales.”

2. EL CONTEXTO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
Joaquín Gairín en su trabajo “El profesor universitario en el siglo XXI”, dice que el contexto actual de la educación superior y de la profesión docente se caracteriza por:
· Un incremento acelerado y un cambio vertiginoso en las formas que adopta la comunidad social, en el conocimiento científico y en los productos del pensamiento, la cultura y el arte.
· Una evolución acelerada de la sociedad en sus estructuras materiales, institucionales y formas de organización de la convivencia, modelos de familia, de producción y de distribución, que se reflejan en el cambio inevitable de las actuales formas de pensar, sentir y actuar de las nuevas generaciones.
· Unos contextos sociales que condicionarán la educación y reflejarán una serie de fuerza en conflicto. Los vertiginosos cambios de los medios de comunicación y tecnológicos han ido acompañados por profundas transformaciones en la vida institucional de muchas organizaciones y han puesto en crisis la transmisión del conocimiento y, por tanto, también a sus instituciones.
· Un análisis de la educación que ya no se considera patrimonio exclusivo de los docentes, sino de toda la comunidad y de los medios de que ésta dispone, estableciendo nuevos modelos relacionales y participativos en la práctica de la educación. [3]
En todo caso Gairín refleja un contexto actual de la educación superior convulsionado por los cambios producidos en el avance de la Sociedad de la Información, impactado por nuevas exigencias para responder a la crisis / oportunidad que involucra un cambio de paradigma.

3. CAMBIOS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL SIGLO XXI.
Joaquín Gairín expresa que la nueva situación exige una revisión de las funciones asignadas a la universidad, que tenga en cuenta las problemáticas y dilemas que actualmente se plantean, de cara a su reconstrucción como organización e institución social.
José Ginés Mora, Director del Centro de Estudios en Gestión de la Educación Superior de la Universidad Politécnica de Valencia, España, en su artículo “La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento” [4], sostiene que el modelo de formación universitaria vigente en su país, que tiene mucho en común con el actual de buena parte de Europa y de Latinoamérica, responde a las necesidades de una sociedad y de un mercado laboral que están desapareciendo.
Frente a esta circunstancia, José Ginés Mora propone un nuevo modelo de Universidad caracterizada por:
Un cambio del modelo educativo: de la enseñanza al aprendizaje.
El autor reconoce que el mercado laboral de la sociedad del conocimiento es diferente al de la era industrial.
Advierte que los conocimientos estudiados se convierten en obsoletos en muy breve período de tiempo.
Sostiene que las profesiones ya no están tan claramente definidas y que la multidisciplinariedad se plantea como una necesidad creciente en los puestos de trabajo.
Un cambio en los objetivos: de los conocimientos a las competencias.
Ginés Mora advierte que las necesidades del nuevo contexto de la educación superior exigen, además de los conocimientos, formar a los individuos en un amplio conjunto de competencias, que incluyan por supuesto los conocimientos, pero también las actividades y las actitudes que son requeridas en el puesto de trabajo.
Sostiene que el conjunto de cualificaciones que necesita un trabajador para ocupar con solvencia un puesto laboral, es conocido hoy con la denominación de competencias.
A la vez que enseña la definición que los expertos dan a este término: “Una persona tiene competencia ocupacional si posee los conocimientos, las destrezas y las aptitudes que necesita para desenvolverse en una ocupación, si es capaz de resolver tareas independiente y flexiblemente, y si tiene la voluntad y la capacidad de desarrollar su esfera de trabajo dentro de la estructura organizativa en la que está inmerso”. [5]
Sobre la cuestión de cómo modificar los métodos de enseñanza para poder transmitir esos objetivos Ginés Mora José indica que los métodos de enseñanza pueden clasificarse en dos tipos: reactivos y proactivos.
En los primeros el profesor actúa y el alumno responde; en los segundos es el alumno el que actúa, mientras que el profesor es ante todo un guía.
Señala que los primeros (clases teóricas y prácticas, incluso laboratorios con prácticas dirigidas) permiten suministrar conocimientos e incluso destrezas, pero no competencias metodológicas, sociales o participativas.
Expresa que para formar en los segundos se necesitan mecanismos educativos distintos: seminarios, aprendizaje interactivo, técnicas de discusión y de presentaciones, técnicas de tomas de decisiones, períodos de prácticas en empresas, etc.
Cambio en los modelos organizativos.
Como productos de los cambios que se están produciendo en la Educación Superior, Ginés Mora advierte el creciente aumento de la masividad en la universidades y estima que esto exige de las mismas, nuevos modelos organizativos, bastante más flexibles y ágiles.
Señala que la universidad ha dejado de ser el lugar de formación de las elites dirigentes del Estado y de las grandes empresas. Y que ya no es un centro en donde se puede cultivar sólo la alta investigación. Sino, que cada vez más, se le exige que sea el motor de la investigación aplicada y del desarrollo tecnológico de la comunidad. Otro aspecto que requiere cambios del modelo organizativo, según el autor, es el de la temporalización del proceso de aprendizaje. Indicando que el sistema educativo superior ha estado tradicionalmente enfocado a atender a jóvenes estudiantes cuando finalizaban sus estudios secundarios y que en estos momentos, en los que la sociedad del conocimiento exige la formación continua de todos los que están inmersos en el proceso productivo, la preparación que proporcionan las universidades ya no puede estar ni exclusiva ni fundamentalmente enfocada a la formación de los jóvenes, sino a extenderla a todos aquellos que quieran aprovechar sus enseñanzas a lo largo de sus vidas.
El autor indica que llevar adelante este cambio supone modificaciones profundas del sistema organizativo, implicando vías mucho más flexibles entre los distintos estudios, entre los diferentes programas y entre la universidad y el mercado laboral.
A la vez que señala que la multidisciplinariedad y la intercomunicación de los programas educativos es una necesidad que debe plantearse dentro de los nuevos modelos organizativos de las instituciones de educación superior.
Un nuevo enfoque para los procesos de evaluación.
En este apartado el autor opina que las futuras evaluaciones y acreditaciones de los programas tienen que estar orientadas a valorar en qué medida son alcanzados los objetivos de formación en competencias.
Por su parte, Miguel A. Zabalza, con magistral contundencia, en sintonía con las teorías ya vistas, considera que “ La idea básica a este respecto es concebir a la Universidad como institución de aprendizaje frente a la idea más general de verla como institución de enseñanza. Esa ha sido la gran revolución, aún sin consolidar efectivamente (por la gran cantidad de cambios culturales, didácticos y organizativos que comporta), de transformar unas instituciones de Educación Superior concebidas como centros de enseñanza (teaching institucions) en organizaciones o comunidades de aprendizaje (learnings organizations)”[6].

4. LA AUTONOMÍA DEL APRENDIZAJE.
Un punto clave en la educación actual, identificado gracias al análisis precedente, tiene que ver con la autonomía del aprendizaje. Al respecto, Carles Monereo y Juan Ignacio Pozo consideran la autonomía del aprendizaje de los estudiantes como fin último de la enseñanza universitaria, “para promover personas cultas, probos ciudadanos, diligentes profesionales y/o sagaces investigadores” [7]. Valorando que esa autonomía en la gestión del conocimiento se logra en un grado mucho menor del deseado, creen necesario establecer qué competencias concretas deben enseñarse para promover esa autonomía.

5. COMPETENCIAS.
Las competencias consideradas por estos autores son:
1. Enseñar/ aprender a aprender a pensar: la reflexión (cognitiva y metacognitiva) debería ser el centro de las actividades de aprendizaje que se producen en el aula, dejando la transmisión de la información pura y dura en segundo plano o restringida a sistemas automatizados de búsqueda y navegación en redes telemáticas.
2. Enseñar/ aprender a cooperar: sobre esta competencia, los autores indican que la interacción entre compañeros pueda ser también una fuente de conocimientos es casi siempre inviable físicamente ya que las aulas universitarias siguen siendo, mayoritariamente, espacios físicamente diseñados para recibir conocimiento de una sola fuente o dirección: el profesor. Además señalan que este tipo de conocimiento, si se da, es considerado menor por los propios alumnos, quiénes siguen considerando que es el profesor quien transmite el verdadero saber. Esta es una cuestión que quiénes trabajamos en Educación Superior podemos confirmar plenamente. Sin embargo, los autores indican que el trabajo cooperativo puede ser una alternativa muy eficaz para enseñar a los alumnos no sólo nuevas formas de gestionar socialmente el conocimiento, sino también nuevos conocimientos.
3. Enseñar/ aprender a comunicar: Los autores sostienen que en el futuro los estudiantes deberán normalmente, explicar, argumentar lo que saben, para convencer o informar a alguien, de su criterio o decisión, deberán ser capaces de comunicarse, lo que será muy improbable si los contextos de enseñanza no favorecen situaciones de comunicación grupal.
4. Enseñar/ aprender a empatizar: Monereo y Pozo, indican que a empatizar puede y debe enseñarse a través del análisis de la lectura que realizamos de la situación emocional del otro, pero también mediante el análisis de nuestros propios estados emocionales y de su regulación. Enseñan que no siempre es la supervisión cognitiva la que controla el estado emocional propio y de los que nos rodean y que a menudo son las emociones las encargadas de regular los planes y desarrollos racionales para lograr la finalidad que se persigue. Por lo tanto, consideran que la gestión de las propias emociones y de la de los demás es una competencia de crucial importancia en el trato de los estudiantes y de los sujetos de una investigación, pero también lo es cuando se trabaja con pacientes, clientes o usuarios de un servicio.
5. Enseñar/ aprender a ser crítico: en este punto, los autores, señalan que la creciente incertidumbre en la gestión social del conocimiento obliga a todos, muy especialmente a los profesionales surgidos de la universidad, a ser capaces de construir un punto de vista propio a partir de fuentes de conocimiento cada vez más fragmentarias, inciertas y diversas. Y sostienen que a ello pueden contribuir diferentes estrategias didácticas, entre las que se incluiría el uso de la investigación como vía privilegiada para acercar a los alumnos al conocimiento científico.
6. Enseñar/ aprender a automotivarse: Monereo y Pozo sostienen que los alumnos universitarios están habituados a moverse por criterios y exigencias externas, a que su aprendizaje venga guiado por las pautas dadas por el profesor, que es quien fija las metas y los niveles de exigencia y esfuerzo. Señalan que este carácter extrínseco o heterónomo de los motivos de los alumnos para estudiar (y en su caso para aprender) es difícilmente compatible con la exigencia de autonomía o gestión intrínseca de las metas y motivos que la sociedad va a exigir a esos alumnos en su futuro ejercicio profesional. e indican que no se debe esperar de los estudiantes universitarios obediencia debida a las metas fijadas por los profesores, sino capacidad de gestionar sus propias metas, de autogestionar sus motivos.

6. EDUCAR EN UN ESCENARIO INCIERTO.
A todo esto, no se puede dejar de recurrir a Edgar Morin[8], quien destaca siete saberes necesarios para trabajar la educación dentro de un escenario incierto, de un paradigma complejo:
1- Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión.
Morín, señala como muy significativo el hecho de que la educación, que tiende a comunicar los conocimientos, permanezca ciega ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error, como a la ilusión y no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer. Teniendo en cuenta que el conocimiento no puede considerarse como una herramienta ready made que se puede utilizar sin examinar su naturaleza, considera que el conocimiento del conocimiento debe aparecer como una necesidad primera a modo de preparación para afrontar riesgos permanentes de error y de ilusión que no cesan de parasitar la mente humana.
Sostiene que uno de los grandes retos va a tener que ver con “armar cada mente en el combate vital para la lucidez”.
Para esto, indica que será necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto psíquicas como culturales que permiten arriesgar el error o la ilusión.
2- Los principios de un conocimiento pertinente.
El autor considera que existe un problema capital, aún desconocido, cual es el de la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar los problemas globales y fundamentales para inscribir allí los conocimientos parciales y locales.
Señala que la supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos.
Indica que es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto.
Y sostiene que es necesario enseñar los métodos que permitan aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.
3. Enseñar la condición humana.
Morín recuerda que el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico.
Indica que es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación, a través de las disciplinas, y se ha vuelto imposible aprender lo que significa ser humano.
Señala que hay que restaurarla de tal manera que cada uno, desde donde esté, tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos.
Sentencia así que la condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación.
4. Enseñar la identidad terrenal.
Morín declara que es pertinente enseñar la historia de la era planetaria, que comienza con la comunicación de todos los continentes en el siglo XVI, y mostrar como se volvieron ínter solidarias todas las partes del mundo, sin por ello ocultar las opresiones y dominaciones que han asolado a la humanidad y que aún no han desaparecido.
Sostiene que habrá que señalar la complejidad de la crisis planetaria que enmarca el siglo XX, mostrando que todos los humanos, confrontados desde ahora con los mismos problemas de vida y muerte, viven en una misma comunidad de destino.
5. Enfrentar las incertidumbres.
El autor considera que las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre.
Indica que la educación debería comprender la enseñanza de todas las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas.
Para Morín, tendrían que enseñarse principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Sostiene, se hace necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certezas.
Al reflexionar sobre la fórmula del poeta griego Eurípides, que data de hace 25 siglos, considera que ahora es más actual que nunca: “lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la puerta”. Así, advierte que, el abandono de los conceptos deterministas de la historia humana que creían poder predecir nuestro futuro, el examen de los grandes acontecimientos y accidentes de nuestro siglo que fueron todos inesperados, el carácter en adelante desconocido de la aventura humana, deben incitarnos a preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y poder afrontarlo.
Y recomienda a todos aquellos que tienen la carga de la educación que estén a la vanguardia con la incertidumbre de nuestros tiempos.
6. Enseñar la comprensión.
Teniendo en cuenta la importancia de la educación para la comprensión en todos los niveles educativos y en todas las edades, cree que el desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades.
Morín señala que la comprensión es, al mismo tiempo, un medio y fin de la comunicación humana.
Que la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas y que debe ser “la tarea para la educación del futuro”.
Indica que la comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños, es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.
Marca la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus raíces, sus modalidades y sus efectos. Ya que este estudio sería tanto más importante cuanto que se centraría no sólo en los síntomas, sino en las causas de los racismos, las xenofobias y los desprecios.
Cree que esto constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más seguras para la educación para la paz, a la cual estamos ligados por esencia y vocación.
7. La ética del género humano.
El autor considera que la educación debe conducir a una “antropoética” teniendo presente el carácter ternario de la condición humana, cual es el de ser a la vez individuo – sociedad – especie.
Indica que la ética individuo/ sociedad necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir, la democracia; la ética individuo – especie convoca a la ciudadanía terrestre en el siglo XXI.
Afirma que la ética no se podría enseñar con lecciones de moral. Que ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. Puesto que llevamos en cada uno de nosotros esta triple realidad.
Así, afirma que todo desarrollo verdaderamente humano debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencias de pertenecer a la especie humana. Porque de allí se esbozan las dos grandes finalidades ético-políticas del nuevo milenio: establecer una relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y concebir la Humanidad como comunidad planetaria. De esta forma apunta a que la educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra- Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.

7. A TODO ESTO: LATINOAMÉRICA NECESITA UNA EDUCACIÓN ESTRATÉGICA.
La lectura de lo estudiado hasta aquí permite aproximar comprensiones sobre el estado de la Educación Superior hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
La mirada inteligente de nuestro mundo, global, interconectado, permeable, un mundo que “presiona”, pero que en la misma medida también “ofrece”, donde conviven diferentes regiones, países, sociedades, culturas, organizaciones y personas en diferentes grados de desarrollo, obliga a repensar la Educación Superior en nuestras latitudes.
A considerar, por ejemplo, que lo que pasa en el primer mundo con respecto al tema impacta también en el nuestro y se torna inmediatamente en una referencia directa en relación a lo que debemos hacer con nuestra Educación Superior para no perder la oportunidad/ esperanza de seguir aportando al mejoramiento continuo de nuestras sociedades.
A reflexionar acerca de que precisamente esto es posible porque de alguna manera ya estamos pensando/ viviendo / sintiendo en y hacia la Sociedad de la Información.
Una sociedad cautivadora y desafiante, que sólo podremos aprovechar/ disfrutar si trabajamos desde y para una Educación Superior Estratégica.
Una educación que priorice/ privilegie a la “persona”, porque de lo contrario perdería su condición de “estratégica”.
Una educación que optimice los recursos disponibles, ¡y vaya que son muchos en nuestra región!, para convertir la información en conocimiento.
Ese conocimiento que necesitamos para trocar nuestras realidades de subdesarrollo en nuevas realidades, con más verdad/ libertad/ independencia/ interdepencia/ democracia/ participación/ república/ justicia/ honestidad/ responsabilidad/ tolerancia / solidaridad/ seguridad/ trabajo / oportunidades..., nuevas realidades en las que podamos vivir con dignidad.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
1. Aramayo, Zulma (2007). El uso de Internet en la Carrrera de Comunicaciones Sociales U.C.S. / 2004. Tesis de Maestría en educación. Disponible para consulta en sala de Biblioteca U.C.S. Campo Castañares.
2. Gairín, Joaquín en el “El profesor universitario en el siglo XXI”, en Monereo, Carles y Pozo, Juan Ignacio (Eds.) (2003). La universidad ante la nueva cultura educativa. Enseñar y aprender para la autonomía. Págs. 121 – 126.
3. La Declaración Mundial de la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción. Disponible en http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm. Consulta el 14-02-05.
4. Ginés Mora, José. En el artículo “La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento”. Revista Iberoamericana de Educación. N° 35. Disponible en http://www.campus_oei.org/revista/rie35.htm. Consulta: 08-12-04.
5. Aramayo Zulma. (2007). “Apuntes para entender la educación y la comunicación hacia la sociedad de la información y el conocimiento” . Disponible en http://www.ucasal.net/artesyciencias/carreras/materias/comunicacion_educativa/index.htm
6. Zabalza, Miguel A. (2002). La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas. Narcea. Madrid. Pág. 189.
7. Morín Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Nueva Visión. Buenos Aires. Argentina. Págs. 14–18

NOTAS.

[1] http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm. Consultado el 14-02-05

[2] Ver los “Apuntes para entender la Educación y la comunicación en..."Aramayo Zulma. (2007).

[3]Joaquín Gairín, “El profesor universitario en el siglo XXI”, en Monereo, Carles y Pozo, Juan Ignacio (Eds.) (2003). La universidad ante la nueva cultura educativa. Enseñar y aprender para la autonomía. Págs. 121 – 126.
[4] Ginés Mora, José. En el artículo “La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento”. Revista Iberoamericana de Educación. N° 35. Disponible en http://www.campus_oei.org/revista/rie35.htm. Consulta: 08-12-04.
[5]Bunk, G. P. (1994): «Teaching Competence in Initial and Continuing Vocational Training in the Federal Republic of Germany», en Vocational Training European Journal, 1, p. 9. (Citado por Ginés Mora, José).
[6] Zabalza, Miguel A. (2002). La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas. Narcea. Madrid. Pág. 189.
[7] Monereo, Carles y Pozo, Juan Ignacio. (2003). La universidad ante la nueva cultura educativa. Enseñar y aprender para la autonomía. Síntesis. Madrid. España. Págs. 25 – 30.
[8] Morín Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Nueva Visión. Buenos Aires. Argentina. Págs. 14–18.

“APUNTES PARA COMPRENDER LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO”. PARTE I.

1. LA PROGNOSIS DEL CAMBIO.
Alvin Toffler, en su obra “El shock del futuro”[1], publicada por primera vez en Estado Unidos en 1970, advierte y analiza el proceso del cambio: la forma en que este afecta a las personas y a las instituciones.
En esta obra el autor nos hace ver que los individuos, las organizaciones e incluso las naciones pueden sobrecargarse excesivamente pronto con demasiado cambio, marearse de alguna forma, provocándose desorientación y un deterioro en su capacidad para tomar decisiones inteligentes para la adaptación; sufrir, como su nombre lo indica: el shock del futuro.
Entre los puntos más cuestionados de la obra en su época se tienen muy en cuenta las declaraciones de Toffler acerca de la fracturación de la familia nuclear, la revolución genética, el auge de la sociedad de usar y tirar y la revolución de la educación.
En “La tercera ola”[2], aparecida en 1980, su razonamiento gira hacia las orientaciones de ese cambio, describe los últimos cambios que se habían producido en la tecnología y en la sociedad, los sitúa en una panorámica histórica y esboza panoramas del futuro al que nos podrían llevar.
Para la revolución agrícola de 10.000 años atrás, usó el término “primera ola” de cambio transformador de la historia humana.
Para la revolución industrial, el de “segunda ola”.
La “tercera ola” de cambio, haría referencia a los grandes cambios tecnológicos y sociales que se iniciaron a mediados del decenio de 1950.
En esta obra nos habló sobre los nuevos sectores que surgirían basados en la informática, la electrónica, la información, la biotecnología y técnicas similares, para las que usaba el término “nuevas alturas dominantes” de la economía.
En ella sostiene que:
“la ascensión de la tercera ola sitúa todos nuestros esfuerzos en una nueva perspectiva. Pues depara a las naciones más pobres del mundo, así como a las más ricas, oportunidades completamente nuevas”[3] .
En “La tercera ola” también nos habló de la producción descentralizada, de la energía renovable, la fabricación flexible, los nichos de mercado, el trabajo en el hogar y a tiempo parcial, ¡Qué gran pronóstico, lo del trabajo en el hogar y a tiempo parcial!, la desmasificación de los medios, etc.
Además describió la nueva fusión de productor y consumidor incorporando el término “prosumidor”.
En “El cambio del poder” publicado en 1990, se centra en el papel del conocimiento en relación con el poder y advierte los cambios que se avecinan en los negocios, la economía, la política, y los asuntos mundiales.
En esta obra resulta interesante el planteo que realiza acerca de la nueva clave del desarrollo económico para países emergentes:
“El “vacío” que hay que salvar atañe a la información y la electrónica. No es un vacío entre norte y sur, sino entre los rápidos y los lentos” [4].
Además en el apartado titulado “La riqueza del mañana” aporta los 12 elementos de la economía aceleratriz que se deben tener en cuenta:
1. “El nuevo sistema acelerado para la creación de riqueza depende cada vez más del intercambio de datos, información y conocimiento. Es “supersimbólico”. Si no se intercambia conocimiento, no se crea riqueza.
2. El nuevo sistema deja atrás la fabricación en grandes series para ir hacia la producción flexible o “desmasificada”, adaptada a las necesidades del cliente. Gracias a las nuevas tecnologías de la información, se producen series cortas de productos muy variados, incluso adaptado a las necesidades del cliente, a costes que se aproximen a los de producción en serie.
3. Los factores convencionales de la producción – la tierra, el trabajo, las materias primas y el capital- pasan a ser menos importantes a medida que el conocimiento simbólico los va sustituyendo.
4. En lugar del dinero metálico o de los talones bancarios, la información electrónica ha pasado a ser el auténtico medio de cambio. El capital se torna extremadamente fluido, de tal manera que pueden acumularse o dispersarse enormes bolsas de él, de la noche a la mañana. A pesar de las enormes concentraciones de hoy en día, el número de fuentes de capital se multiplica.
5. Los bienes y servicios se modularizan y se configuran en sistemas, lo que exige una multiplicación y constante revisión de las normas. Esto propicia las guerras por el control de la información en las que se basan dichas normas.
6. Las lentas burocracias se ven sustituidas por pequeñas unidades de trabajo (desmasificadas), equipos temporales o ad hoc. y alianzas y consorcios empresariales cada vez más complejos. Las jerarquías se han achatado, o eliminado para acelerar la toma de decisiones. La organización burocrática del conocimiento ha sido reemplazada por sistemas de libre flujo de información.
7. La cantidad y la variedad de unidades organizativas se han multiplicado. A más unidades, más transacciones entre ellas, y tanto más información ha de generarse y comunicarse.
8. Los trabajadores son menos intercambiables cada vez. Los trabajadores de la era industrial poseían pocas de las herramientas de producción. Hoy en día, las herramientas más potentes para la amplificación de la riqueza son los símbolos que hay en el cerebro de los trabajadores. Por lo tanto, estos poseen una participación crítica, a veces irreemplazables, de los “medios de producción”.
9. El nuevo héroe no es ya un trabajador manual, un financiero o un directivo, sino el innovador (tanto si trabaja en una gran empresa como si es autónomo) que combina el conocimiento imaginativo con la acción.
10. Cada vez se acepta más que la creación de riqueza es un proceso circular, cuyos residuos se reciclan para transformarlos en insumos para el siguiente ciclo de producción. Este método presupone la supervisión informatizada, y unos niveles cada vez más profundos de conocimiento científico y medioambiental.
11. El productor y el consumidor, divorciados por la Revolución Industrial, se han reunido en el ciclo de creación de riqueza, en el que el consumidor no se limita a aportar dinero, sino también información de diseño y del mercado, la cual resulta vital para el proceso de producción. Comprador y proveedor comparten datos, información y conocimientos. Tal vez algún día los clientes pulsen unos botones que activen unos remotos proceso de producción. El consumidor y el productor se funden en un “prosumidor”.
12. El nuevo sistema de creación de riqueza comparte la doble condición de local y mundial. Las potentes microtecnologías posibilitan que se haga a nivel local lo que antes no se podía llevar a cabo de forma económica a escala nacional. De manera simultánea, muchas funciones rebasan las fronteras nacionales e integran las actividades que se realizan en muchas naciones en un solo esfuerzo productivo.”[5]
Para el autor, estos doce elementos, interrelacionados, refuerzan mutuamente el papel de los datos, la información, y el conocimiento en toda la extensión de la economía, a la vez que definen el nuevo y revolucionario sistema de creación de riqueza de alta tecnología.

2. UN SALTO CUALITATIVO.
Por su parte, Manuel Castells, en “La sociedad red” [6], nos explica cómo llegamos a nuestra actualidad comunicacional y los cambios que podemos esperar relacionados específicamente a la influencia de las nuevas tecnologías de comunicación.
Comienza su relato remitiéndonos al año 700 A. C. recordándonos que cuando en Grecia se inventó el alfabeto (tecnología conceptual que fue la base del desarrollo de la filosofía occidental y la ciencia como la conocemos hoy en día) se cerró la brecha entre una lengua hablada y el lenguaje, separándose así lo dicho de quien lo dice y haciendo posible el discurso conceptual.
Indica que este giro histórico fue preparado por unos 3.000 años de evolución de la tradición oral y la comunicación no alfabética, hasta que los griegos alcanzaron un nuevo estado mental, "la mente alfabética", que impulsó la transformación cualitativa de la comunicación humana.
Sostiene que aunque la alfabetización generalizada fue un fenómeno que tardó varios siglos en aparecer, luego de la invención y difusión de la imprenta y la manufactura del papel,. fue el alfabeto el que, en Occidente, proveyó la infraestructura mental necesaria para una comunicación acumulativa, basada en el conocimiento.
El autor señala que, el nuevo orden alfabético, mientras que permitió el discurso racional, también separó la comunicación escrita del sistema audiovisual de símbolos y percepciones, tan importante para la expresión completa de la mente humana.
Considera que de esta forma se estableció implícita y explícitamente una jerarquía social entre cultura escrita y expresión audiovisual. Cree que el precio de fundar la práctica humana en el discurso escrito fue relegar el mundo de sonidos e imágenes al escenario secundario de las artes, ocupado con el dominio privado de las emociones y el mundo público de la liturgia.
Al respecto, indica que la cultura audiovisual se tomó una revancha histórica en el siglo XX, primero con el cine y la radio y luego con la televisión.
A todo esto, el autor advierte que una transformación tecnológica de dimensiones históricas semejantes está teniendo lugar unos 2.700 años después, encarnada en la integración de diferentes modos de comunicación en una red interactiva, Internet.
Expresa que se trata de la formación de un supertexto y un metalenguaje que, por primera vez en la historia, integra en el mismo sistema, las modalidades de comunicación humana escrita, oral y audiovisual.
Afirma que de esta forma el espíritu humano reúne sus dimensiones en una nueva interacción entre los dos hemisferios del cerebro, las máquinas y los contextos sociales.
Advierte que pese a toda la ideología de la ciencia ficción y el entusiasmo comercial que rodea la emergencia de la llamada superautopista de la información, difícilmente podamos subestimar su significación. Puesto que la potencial integración de texto, imágenes y sonidos en el mismo sistema, con la capacidad de interactuar desde múltiples puntos de una red mundial, en el tiempo elegido (real o diferido), en condiciones de acceso libre y accesible, cambia fundamentalmente el carácter de la comunicación.
Castells considera que la comunicación es decisiva a la hora de dar forma a la cultura, y como la cultura es mediada y se realiza a través de la comunicación, las culturas -es decir, nuestros sistemas de creencias y códigos históricamente producidos- son transformadas sustancialmente, y lo serán aún más con el correr del tiempo, por el nuevo sistema tecnológico.
Aunque el autor exprese que este nuevo sistema no está instalado por completo y que su desarrollo en los próximos años tendrá lugar a un ritmo desigual y en forma despareja geográficamente, afirma, sin dudar, que se desarrollará y abarcará al menos las actividades dominantes y los segmentos centrales de la población de todo el planeta, teniendo en cuenta que ya existe en forma fragmentada, en el nuevo sistema de medios de comunicación, en los cambiantes sistemas de telecomunicaciones, en las redes de interacción constituidas en torno a Internet, en la imaginación de la gente, en las políticas de los gobiernos y en los pizarrones de las corporaciones. De todas formas, lo importante para resaltar es la convicción de Castells de que la emergencia de este nuevo sistema de comunicación electrónica, caracterizado por su alcance mundial, su integración de todos los medios de comunicación y su interactividad potencial está cambiando y cambiará para siempre nuestra cultura.

3. UN NUEVO PARADIGMA.
Otro autor, Marí Sáez, Víctor en su libro “Globalización, nuevas tecnologías y comunicación” [7], plantea que estamos viviendo en un nuevo paradigma, determinado por “La Sociedad de la Información”.
El nos explica qué es un paradigma y apela a Thomas Kuhn, cuando en su libro “La estructura de las revoluciones científicas”, atribuye dos sentidos a la palabra paradigma.
El primero, más amplio, tiene que ver con: “toda una constelación de opiniones, valores y métodos, etc., compartidos por los miembros de una sociedad determinada”[8], se refiere a un sistema disciplinado mediante el cual esta sociedad se orienta a sí misma y organiza el conjunto de sus relaciones.
El segundo significado de paradigma, más estricto, deriva del primero y significa “los ejemplos de referencia, las soluciones concretas de problemas tenidas y consideradas como ejemplares y que sustituyen a las reglas explícitas en la solución de los demás problemas de la ciencia normal”[9].
Al respecto, el autor señala que el surgimiento del paradigma informacional no se queda solo en el espacio económico y en el de los medios de comunicación sino que su influencia llega hasta las formas de conocer, de aprender, de organizarnos socialmente, de relacionarnos, incluso – afirma- que el nuevo paradigma y las herramientas informacionales que se crean influyen decisivamente en la construcción social de nuestra mente.
Nos recuerda que durante más de doscientos años, la sociedad occidental se había estructurado según el modo de desarrollo industrial.
Indica que la revolución industrial supuso un cambio profundo en cuanto a la organización del sistema de producción, se pasó de una sociedad artesanal y agrícola a otra sociedad, industrial y eminentemente urbana.
Sostiene que esta transformación económica vino acompañada de cambios sociopolíticos (la burguesía industrial y el proletariado emergen como clases sociales vinculadas directamente a esta nueva sociedad).
Destaca cómo en el plano cultural se necesitaron nuevos valores y actitudes para legitimar la sociedad industrial (la valoración positiva del beneficio económico, de la austeridad económica y el ascetismo puritano; por ejemplo).
Asevera que en la actualidad el modo de desarrollo industrial está dejando paso al informacional - sociedad caracterizada por el predominio de las tecnologías de la información-.
Nos advierte que en la actualidad, la innovación tecnológica va muy por delante de lo que era habitual en otras épocas y de la capacidad de asimilación a la que estaban acostumbrados nuestros antepasados. Señala que podemos tener una imagen muy gráfica de esta aceleración histórica si consideramos toda la historia del hombre sobre la tierra condensada en el periodo de un mes de treinta días: de ese mes, 29 días y 22 horas y media lo ocuparía la era pretecnológica del hombre, en la que los colectivos humanos son trashumantes y no producen asentamientos ni siquiera para cultivar la tierra, de la hora y media que resta del mes, la etapa de la civilización agrícola ocuparía todo el tiempo menos un minuto y medio, momento en que comienza la civilización industrial con el desarrollo del maquinismo, el capitalismo y el nacimiento, maduración y decadencia del movimiento obrero.
En esa imagen mental, la sociedad de la información ocuparía tan sólo catorce segundos de este mes.
El autor expresa que estos catorce segundos han introducido en la sociedad humana una transformación estructural enormemente significativa en comparación con el resto de la historia anterior. También señala que este fenómeno no tiene precedentes en la historia de la humanidad, ya que hasta la fecha ninguna tecnología había influido tanto en el conjunto de la vida social (economía, política, cultura), ni había tenido unas dimensiones tan globales.

4. ALGUNAS PRECISIONES.
En la actualidad la sociedad de la información es vista como la sucesora de la sociedad industrial, es común considerar relativamente similares los conceptos de sociedad post-industrial (Daniel Bell), el post-fordismo, la sociedad postmoderna, la “tercera ola” (Toffler), la sociedad del conocimiento (Peter Drucker), la sociedad tecnotrónica (Brzezinki), e inclusive el de aldea global (Mc Luhan), entre otros.
Los autores vistos hasta este punto, Toffler, Castells y Marí Sáez, permiten comprender el fenómeno de un nuevo tipo de sociedad, un nuevo tipo de sociedad que se está perfilando delante de nuestras narices y de la cual, de una u otra manera, ya estamos formando parte.
Sin embargo, son necesarias algunas precisiones, y para esto resulta muy útil el breve resumen de la evolución y formación del concepto, que se realiza en la Primer parte del Informe de Telefónica sobre la Sociedad de la Información en España[10] de acuerdo a los siguientes hitos:
.1962. Fritz Machlup: Producción del conocimiento. Fritz Machlup, de la Universidad de Princeton (Estados Unidos), intentó describir el significado económico del desarrollo de las actividades de información y de comunicación, proporcionando un ejemplo de cálculo del valor monetario de este tipo de producción que se denomina “producción del conocimiento”.
.1969. MITI de Japón. Hacia la Sociedad de la Información. Plan JACUDI. El Ministerio de Industria y Comercio japonés (MITI) publica un informe del Industrial Structure Council, titulado Towards the Informations Society. Sobre las tesis de ese informe, en 1972, una organización no lucrativa japonesa, el Japan Computer Usage Development Institute (JACUDI), presentó al gobierno de su país el Plan para la sociedad de la información – Un objetivo nacional para el año 2000. Conocido universalmente como Plan JACUDI y que fue el primer apunte estratégico sobre las políticas públicas en la Sociedad de la Información.
.1974. Marc Porat: Economía de la información. Marc Porat, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), publica un trabajo en el que sostiene que las actividades relacionadas directa o indirectamente con la información se singularizan progresivamente. Delinea así un nuevo campo de la actividad productiva, el de la “economía de la información”, unido siempre al desarrollo de las nuevas tecnologías y que adquiere una personalidad diferenciada y autónoma dentro del sector terciario.
.1978. Nora-Minc. La Telemática. Simon Nora y Alain Minc publican un informe titulado L’ informatisation de la société. La atención, en este caso, se presta al desarrollo de la industria o del sector de los servicios informáticos y de telecomunicaciones. Se presenta por primera vez el neologismo telemática.
.1978. John Naisbitt: Megatrends. John Naisbitt publica Megatrends, obra que comenzó a hacer conocida y utilizada la expresión Sociedad de la Información y donde se describían los escenarios futuros a los que daría lugar la Sociedad de la Información.
.1980. Yoneji Masuda: La Sociedad de la Información. Yoneji Masuda, fundador y presidente del Instituto para la Sociedad de la Información y profesor de la Universidad japonesa de Aomori, fue Director del JACUDI. Masuda publicó en 1980 su libro The Information Society as a Post-Industrial Society, que se tradujo al español como La sociedad informatizada como sociedad post-industrial. La obra, que tuvo una gran difusión, no solamente popularizó la expresión Sociedad de la Información, sino que su estudio prospectivo de la sociedad de la información ha contribuido a marcar las pautas de muchos planes estratégicos.
Un punto interesante para reconocer aquí, a través de la lectura de la formación y evolución del concepto de la “Sociedad de la Información”, es el lugar central de los Profesores Universitarios y de la Universidad como actores claves para el progreso de sus sociedades.
Por otra parte, también, resultan útiles, las definiciones vigentes de Sociedad de la Información que se ofrecen en el mismo informe[11]:
“Sociedad que crece y se desarrolla alrededor de la información y aporta un florecimiento general de la creatividad intelectual humana, en lugar de un aumento del consumo material”.
Yoneji Masuda, La sociedad informatizada como sociedad post-industrial, Tecnos, 1994.
“La Sociedad de la Información, más que un proyecto definido, es una aspiración: la del nuevo entorno humano, en donde los conocimientos, su creación y propagación son el elemento definitorio de las relaciones entre los individuos y entre las naciones”.
Raúl Tejo Delarbre, La nueva alfombra mágica, Fundesco, 1996.
. “Las sociedades de la información se caracterizan por basarse en el conocimiento y en los esfuerzos por convertir la información en conocimiento. Cuanto mayor es la cantidad de información generada por una sociedad, mayor es la necesidad de convertirla en conocimiento. Otra dimensión de tales sociedades es la velocidad con que tal información se genera, transmite y procesa. En la actualidad la información puede obtenerse de manera prácticamente instantánea y, muchas veces, a partir de la misma fuente que la produce, sin distinción del lugar”.
Julio Linares et alii. Autopistas inteligentes, Fundesco, 1995.
. “Nuevo sistema tecnológico, económico y social. Una economía en la que el incremento de productividad no depende del incremento cuantitativo de los factores de producción (capital, trabajo, recursos naturales), sino de la aplicación de conocimientos e información a la gestión, producción y distribución, tanto en los procesos como en los productos”.
Manuel Castells, La era de la información, 1998.
“Se entiende por Sociedad de la Información aquella comunidad que utiliza extensivamente y de forma optimizada las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones como medio para el desarrollo personal y profesional de sus ciudadanos miembros”.
Gobierno Vasco, Plan para el desarrollo de la Sociedad de la Información para el período 2000-2003.
“El término Sociedad de la Información se refiere a una forma de desarrollo económico y social en el que la adquisición, almacenamiento, procesamiento, evaluación, transmisión, distribución y diseminación de la información con vistas a la creación de conocimiento y a la satisfacción de las necesidades de las personas y de las organizaciones, juega un papel central en la actividad económica, en la creación de riqueza y en la definición de la calidad de vida y las prácticas culturales de los ciudadanos.” Misión para la Sociedad de la Información, Libro verde sobre la Sociedad de la Información en Portugal, 1997.
. “Entorno en el que la Información es un factor clave del éxito económico y en el que se hace un uso intenso y extenso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”. Iniciativa para la Sociedad de la Información, Reino Unido, 1998.
Podemos ver, entonces, que el fenómeno es relativamente reciente, comienza a analizarse a partir de 1962 en Estados Unidos y paulatinamente va transformándose en tema central de los países del mundo.
También se puede observar que, la mayoría de ellas hacen referencia a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, a la información y al conocimiento, como factores claves de desarrollo económico y social.

5. PISANDO TIERRA: “UN PROCESO EN CONSTRUCCIÓN”.
Desde un enfoque latinoamericano, la Dra. Delia Crovi Druetta en su trabajo compilador “La Sociedad de la información y el conocimiento” considera el fenómeno como un proceso que se identifica con el modelo político-económico neoliberal, se concreta con características peculiares y con grandes diferencias entre las naciones y sus ciudadanos, pero sin embargo, se plantea como un proceso que de ningún modo se puede soslayar, “Antes bien se presenta como un proceso que no podemos ignorar, irreversible e ineludible, sobre el cual tenemos posibilidades de incidir o intervenir desde una perspectiva crítica” [12].
En este contexto, la autora considera que Internet es el medio más visible de la Sociedad de la Información y el que mejor la representa.
Un aporte interesante de Druetta es el análisis de la situación de abismo o brecha digital de los países periféricos en relación con la construcción de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Identifica cinco dimensiones que se deberían tener en cuenta a la hora de plantearse políticas públicas para acceder al ideal de desarrollo impuesto desde el discurso dominante de las naciones y salvar la brecha, estas dimensiones son:
1) Tecnológica, dimensión que se refiere a la infraestructura material disponible así como al grado de actualización de dicha infraestructura.
2) De conocimiento, esta dimensión involucra las habilidades y saberes que deben poseer los individuos para apropiarse adecuadamente de los nuevos medios y de las TIC.
3) De información, aquí se distinguen dos sectores sociales: uno sobreinformado, con acceso a diferentes medios y generaciones tecnológicas; y otro desinformado, con acceso limitado a las innovaciones tecnológicas, sus actualizaciones y sus contenidos.
4) Económica, aquí se señala que la falta de recursos para acceder a las TIC se manifiesta tanto a nivel personal, como entre los sectores gubernamentales y algunos privados.
5) De participación, en esta dimensión se hace referencia a la posibilidad de que los recursos aportados por las innovaciones tecnológicas puedan emplearse en un contexto democrático, con un marco legal y social adecuado, que permita a los individuos y a las naciones igualdad de oportunidades para expresarse e intervenir en las decisiones de un mundo global.
Es así que la crítica de la Dra. Druetta acerca de las postura de los estados periféricos para resolver la brecha digital gira en torno a propuestas que ponen el acento en resolver carencias de infraestructura tecnológica y no tanto en “la necesidad de dotar a las personas de las capacidades cognitivas para seleccionar, jerarquizar, interpretar y hacer uso de la información con el propósito de mejorar su calidad de vida” [13].

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
1. Aramayo, Zulma (2007). El uso de Internet en la Carrrera de Comunicaciones Sociales U.C.S. / 2004. Tesis de Maestría en educación. Disponible para consulta en sala de Biblioteca U.C.S. Campo Castañares.
2. Castells, Manuel (1996). La era de la información. Economía. Sociedad y Cultura. Vol.1. La sociedad red. Alianza. Madrid.
3. Crovi Druetta, Delia (Coord.) 2004. Sociedad de la información y el conocimiento. Entre lo falaz y lo posible. La Crujía. Buenos Aires. Argentina.
4. Marí Sáez, Víctor. (1999). Globalización, nuevas tecnologías y comunicación. Ed. De la Torre. Madrid.
5. Toffler, Alvin (1993). El shock del futuro. Plaza y Janés Editores, S.A. Barcelona.
6. Toffler, Alvin (1980). La Tercera ola. Plaza y Janés Editores, S.A. Barcelona.
7. Toffler , Alvin y Heidi (1999). El cambio del poder. Plaza y Janés Editores, S.A. Barcelona.
8. RECURSO EN INTERNET. http://www.telefónica.es/sociedaddelainformación/pdf/informes/espana_2000/parte1_1.pdf. Consulta 10-03-05.

NOTAS:

[1] Toffler, Alvin (1993). El shock del futuro. Plaza y Janés Editores, S.A. Barcelona.

[2] Toffler, Alvin (1980). La Tercera ola. Plaza y Janés Editores, S.A. Barcelona.
[3] Ídem. Pág. 393.
[4] Toffler , Alvin y Heidi (1999). El cambio del poder. Plaza y Janés Editores, S.A. Barcelona. Pág. 474.

[5] Ídem. Págs. 282 – 284.
[6] Castells, Manuel (1996). La era de la información. Economía. Sociedad y Cultura. Vol.1. La sociedad red. Alianza. Madrid. Págs. 327 -364.
[7] Marí Sáez, Víctor. (1999). Globalización, nuevas tecnologías y comunicación. Ed. De la Torre. Madrid. Págs. 12-37.
[8] Khun (1970:175). Citado en Marí Saéz (1999).
[9]Ídem. Págs. 182-187.
[10] http://www.telefónica.es/sociedaddelainformación/pdf/informes/espana_2000/parte1_1.pdf. Consulta 10-03-5.
[11] Ídem.
[12] Crovi Druetta, Delia (coord.) 2004. Sociedad de la información y el conocimiento. Entre lo falaz y lo posible. La Crujía. Buenos Aires. Argentina. Pág. 09.
[13] Ídem.
Powered By Blogger